Mayor inseguridad alimentaria y más infelicidad entre los adultos mayores
Es el resultado de un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, que ayer fue presentado en Córdoba. Apunta sobre un contexto de mayor pobreza en los hogares a lo largo de los últimos 10 años.
Por Gonzalo Dal Bianco
En los últimos 10 años, aumentó la inseguridad alimentaria y también la infelicidad entre los adultos mayores, con un telón de fondo que se recorta como causal principal: el deterioro de sus ingresos y la dificultad para cubrir las necesidades básicas como alimentos y medicamentos.
Un reciente estudio realizado por el Observatorio de la Deuda Social de la UCA y presentado ayer en Córdoba muestra que los factores diferenciales son los que expresan las desigualdades sociales. En la vejez en Argentina pesa mucho el nivel educativo alcanzado, especialmente el haber finalizado o no el secundario. Esto es mejor predictor de una buena vejez que la edad cronológica. Y especialmente pesa el nivel socioeconómico. Frecuentemente las diferencias entre los diferentes niveles y estratos son importantes y en algunos casos, abismales.
- Te puede interesar: Desesperación en Córdoba: un jubilado se roció con nafta y amenazó con prenderse fuego en las oficinas de Pami
El enorme peso de los indicadores de desigualdades sociales hizo que en este documento se incluyera la condición de pobreza medida según el enfoque multidimensional. También pesa mucho el tipo de hogar: no es lo mismo vivir solo que vivir acompañado. Y no es lo mismo vivir acompañado por alguien también mayor o en un hogar que incluya aún no mayores -los sub 60-.
El informe titulado “Desafíos y oportunidades en el envejecimiento: un balance de la última década en la Argentina” fue presentado por Enrique Amadasi, investigador integrande tel Observatorio.
El documento afirma que 1 de cada 4 personas mayores se encuentra en situación de pobreza multidimensional: es decir, que viven en hogares que presentan dos o más carencias en dimensiones de derechos: alimentación y salud, servicios básicos, vivienda digna, medio ambiente saludable, educación, empleo y seguridad social. En la esfera de las capacidades económicas, hay una firme tendencia hacia el aumento de la inseguridad alimentaria que aumentó 4,9 puntos porcentuales durante la última década estudiada (2013-2023).
- Te puede interesar: Advierten que a los jubilados de bajos recursos el Pami les exige más trámites por sus medicamentos
Además, el estudio indica que, durante la última década, se observa un deterioro en las condiciones de empleo de las personas mayores que continúan trabajando.
En el período post pandemia (2022-2023), 3 de cada 10 personas mayores reportaron tener su salud comprometida, es decir, se auto perciben con bastantes problemas de salud y/o enfermedades crónicas o graves. Sin embargo, 7 de cada 10 personas mayores no reportan este déficit.
Las personas mayores admiten además un gran déficit en la práctica de ejercicio físico (71,1%), pero las personas de generaciones más jóvenes también presentan un gran porcentaje de déficit de práctica de actividad física. Sólo 4 de cada 10 personas de generaciones más jóvenes la realizan. Esto indica que en Argentina aún se necesita promover este hábito saludable.
En la esfera del bienestar subjetivo, hay una marcada tendencia hacia el aumento del sentimiento de infelicidad. Aumentó 4,6 puntos porcentuales durante la última década estudiada (2013-2023).
- Te puede interesar: El PAMI recortó la entrega de medicamentos al 100% para jubilados
El malestar psicológico (padecer frecuentes síntomas de depresión y ansiedad) no aumenta con la edad: tanto en personas mayores de 60 años como en personas de otras generaciones, afecta a aproximadamente 1 de cada 4. (25,1% en personas mayores vs 26,4% en los aún no mayores).
Como se remarcó, el haber tenido mejores oportunidades educativas es un mejor predictor de cómo se vivirá la vejez, con respecto a otros indicadores como la edad cronológica. Además, actúa como una suerte de seguro o factor protector sobre casi todos los déficits estudiados.
En cada una de las esferas estudiadas, hay algún indicador que sobresale por su mayor incidencia (proporción de personas mayores con esa carencia): en la esfera de las capacidades económicas es la insuficiencia de ingresos; en cuanto a hábitat y vivienda es el déficit de acceso a servicios básicos; en la esfera de la salud, el déficit en la práctica de ejercicio físico; y en materia de bienestar subjetivo es el déficit de proyectos personales.
“La madre de todo es la insuficiencia de ingresos en el 40% de los adultos mayores”
Para Enrique Amadasi, el investigador del Observatorio de laDeuda Social de la UCA que ayer fue el responsable de presentar el informe, no hay dudas de que detrás del deterioro en las condiciones de vida en general de los adultos mayores está la pérdida de ingresos estructural que se consolidó en los últimos 10 años.
“Hubo un deterioro en casi todos los indicadores”, explicó Amadasi a Puntal en relación al informe que analiza la pobreza desde una perspectiva multidimensional y no sólo desde los ingresos, como hace le Indec a nivel nacional. Pero Amadasi destacó dos aspectos centrales de ese deterioro: “Uno en la esfera de las capacidades económicas que aumentó cinco puntos. La inseguridad alimentaria afecta a muchos mayores, al 13% de las personas mayores, de los 7.500.000 personas mayores que hay en la Argentina. Y en la otra punta, relacionada con esto, es el bienestar subjetivo que también subió cinco puntos. Es decir, el sentimiento de infelicidad. Esos son como dos resultados muy duros y que fueron para abajo, hubo un deterioro”.
- Te puede interesar: Los medicamentos que más utilizan los jubilados subieron 200% en el año
Para Amadasi, “la madre que está atrás de todo esto, es que hay un 40% de los hogares de personas mayores, 40%, es casi la mitad, muchísimo, y son los que declaran insuficiencia de ingresos. Traducimos insuficiencia de ingresos como los ingresos de un hogar que no alcanzan para llegar a fin de mes”, dijo Amadasi.
Y cerró: “Tengamos en cuenta que hablamos de hogar y no de la persona mayor, porque hay distintos tipos de hogar. Están los que viven solos, están los que viven en pareja o matrimonio de personas mayores sin sub-60, es decir, sin menores de esa edad. Y están los que viven con la nuera y con los nietos, que son los más expuestos a los problemas económicos”, enfatizó Amadasi.
