Detuvieron a Fernando Albareda por el crimen de su madre Susana Montoya
Fernando Albareda, hijo de la jubilada Susana Montoya, fue detenido e imputado por homicidio calificado por el vínculo, tras ser identificado como el presunto autor del brutal asesinato de su madre en barrio Ampliación Poeta Lugones.
Fernando Albareda, durante una entrevista con Marca Informativa Córdoba.
En un giro inesperado en la causa por el asesinato de Susana Montoya, de 74 años, la Justicia detuvo este jueves a su hijo, Fernando Albareda, de 53 años, quien fue imputado como presunto autor del delito de homicidio calificado por el vínculo. Montoya fue encontrada sin vida en su vivienda de barrio Ampliación Poeta Lugones el pasado viernes, tras haber sido brutalmente asesinada.
La detención de Fernando Albareda se produjo en su domicilio ubicado en barrio de Escobar, durante un allanamiento ordenado por la Fiscalía de Instrucción del Distrito IV turno 3, que lleva adelante la investigación. Según fuentes judiciales, un conjunto de pruebas contundentes permitió establecer la sospecha firme sobre la participación de Albareda en el crimen de su madre.
La prueba grafológica
“El informe técnico del Área de Grafocrítica de Policía Judicial ha podido establecer preliminarmente que los manuscritos obrantes en la pared de la casa de la víctima presentan grafocinetismos afines con algunos de los grafismos de los anónimos analizados con motivo de las Amenazas denunciadas el 8 de diciembre del año 2023 por el imputado, presentando ambas características similares a las de Fernando Armando Albareda”, explicaron desde la fiscalía.
«La letra de cada persona es única. Como lo es la huella dactilar que es única y no hay dos iguales. De la misma manera sucede con la letra. Hay particularidades muy específicas que cada persona tiene y que cotejándolo con la escritura actual se puede determinar si una persona ha sido o no la autora de un escrito. Dos escrituras de distintas personas pueden ser muy similares pero cada persona tiene características propias que se van a ver plasmadas y reflejadas en el grafismo», explicó la perito grafóloga Fanny Nieva a Marca Informativa Córdoba. «Ya sea que haya sido escrito en papel o pared o cualquier soporte, es factible de ser analizado para determinar quién lo ha escrito. Hay varios aspectos en la escritura que se analizan y que son determinantes. Como por ejemplo la presión, la inclinación, tamaño, forma etc.», analizó.
Las conclusiones preliminares de la autopsia revelaron que la muerte de Susana Montoya fue el resultado de un ataque con ensañamiento. El hecho incluyó un traumatismo de cráneo causado por un golpe con un trozo de cemento, asfixia por estrangulamiento, y finalmente, una herida cortante en el cuello. La brutalidad del ataque y la ausencia de señales de ingreso forzado a la vivienda, sumado a la relación cercana entre víctima y victimario, orientaron la investigación hacia el entorno familiar.
Fernando Albareda había pedido justicia por el crimen de su madre
Fernando Albareda, quien había denunciado amenazas en su contra y en contra de su madre por cuestiones relacionadas con la desaparición de su padre, el exsubcomisario Ricardo Fermín Albareda. El hombre de 53 años fue detenido luego de que las pruebas recolectadas indicaran inconsistencias en su versión de los hechos. Entre las evidencias clave se encuentran registros telefónicos, imágenes de cámaras de seguridad, y un informe grafotécnico que sugieren la posible manipulación de las supuestas amenazas.
En los próximos días, se prevé que Albareda sea trasladado a la sede de la fiscalía. Allí será sometido a la indagatoria correspondiente, donde deberá responder por los cargos que se le imputan.
El pasado viernes, Susana Beatriz Montoya, de 74 años, fue encontrada muerta en su vivienda ubicada en el barrio Ampliación Poeta Lugones. La mujer fue hallada con golpes en su cabeza por su hijo Fernando Albareda. En el domicilio encontraron una grave amenaza escrita en una de las paredes de la vivienda. “Los vamos a matar a todos. Ahora vamos por tus hijos. #Policía”, decía el mensaje.
Esta inscripción llevó a los investigadores a considerar que el móvil del crimen podría estar relacionado con la historia familiar de la víctima. Susana Montoya era madre de Fernando Albareda, hijo del subcomisario Ricardo Fermín Albareda, quien fue torturado y desaparecido durante la última dictadura militar en Argentina.
