Cadena perpetua para un hombre que zamarreó y maltrató a su beba hasta matarla
La Cámara 5ª del Crimen condenó a Leonardo Paniagua, en un juicio con jurados populares. La pequeña Ángela tenía 3 meses de vida.
La Cámara 5ª del Crimen de Córdoba condenó este lunes a Leonardo Benjamín Paniagua a prisión perpetua por el asesinato de su hija de apenas tres meses, Ángela. La tragedia ocurrió en la localidad de La Calera, donde la pequeña fue víctima de maltratos sistemáticos que culminaron en su muerte el 10 de agosto de 2022.
Durante el juicio, Paniagua se declaró inocente, manteniendo una postura evasiva y señalando a su expareja, madre de la niña, como la responsable. El fiscal Marcelo Fenoll, quien presentó el caso ante el jurado, subrayó la gravedad de los cargos y solicitó la pena máxima de prisión perpetua para el imputado, calificándolo de homicidio calificado por el vínculo y lesiones leves calificadas reiteradas.
La madre de Ángela fue apartada del proceso debido a que los peritajes psiquiátricos determinaron que padece trastornos de bipolaridad, lo que la hizo inimputable en este caso.
En su alegato, el fiscal Fenoll enfatizó la importancia de reconocer la humanidad de la víctima, mencionando: “Lo primero que quiero hacer antes ustedes, miembros del jurado, es ponerle nombre a la víctima: se llamaba Ángela la beba. Y lo digo porque el acusado nunca la nombró… hay que darle entidad a la víctima. Ángela nació el 29 de abril de 2022, tenía 3 meses y 12 días cuando murió. Agonizó por cinco días producto de malos tratos”.
Fenoll también citó el testimonio de una testigo que, con gran dolor, describió a Ángela como una «muñequita de porcelana» y expresó su deseo de que se hiciera justicia por la pequeña.
Los detalles del hecho
Según la investigación, Ángela ingresó en estado crítico a la terapia intensiva del Hospital de Niños, presentando múltiples lesiones y encontrándose inconsciente.
Al ser interrogados sobre las circunstancias que llevaron al grave estado de la bebé, los padres afirmaron desconocer los hechos. Esta respuesta llevó al personal médico a alertar a las autoridades, quienes iniciaron una investigación que finalmente involucró a ambos padres en la causa.
La pesquisa reveló que la pequeña Ángela sufrió abusos severos a manos de su padre, que incluyeron tincazos, golpes, sacudidas y desatenciones graves, como la falta de atención médica a pesar de las evidencias de malestar en la bebé. El informe forense determinó que el fatal desenlace se produjo tras una serie de zamarreos que Paniagua propinó a la niña debido a su llanto persistente.
