Universidades: el presupuesto 2025 no contempla aumentos salariales
El presidente del Consejo de Rectores, Víctor Moriñigo, indicó que el proyecto que se discute en el Congreso mantiene los mismos sueldos que en la actualidad. Durante 2024 perdieron por 50 puntos contra la inflación.
Los rectores del CIN se reunieron esta semana en San Juan y advirtieron por la falta de recursos para las universidades.
“Lamentablemente, el tema de las universidades parece no terminar jamás”. Víctor Moriñigo, rector de la Universidad Nacional de San Luis y presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), señaló que la gran diferencia que ahora separa a las conducciones de las casas de altos estudios del gobierno nacional es la pauta salarial para el 2025. El proyecto de presupuesto que se está discutiendo en el Congreso de la Nación establece que no habrá cambios en los salarios de docentes y no docentes y que continuarán en los mismos niveles que en la actualidad.
“Este 2024 ha sido muy difícil. Y para 2025 aparecemos dando explicaciones de nuevo de que las diferencias que existen entre lo que el Gobierno pone en el Presupuesto y lo que nosotros pretendemos es ni más ni menos que el tema salarial. Los salarios de los docentes y no docentes están calculados por el Gobierno con el mismo salario que tienen hoy y lo que nosotros pretendemos a partir de enero es que el salario empiece a converger hacia la inflación que no hemos podido cobrar como aumento salarial para nuestros docentes y no docentes durante todo el 2024. La pequeña diferencia que existe entre el Gobierno y el Consejo de Rectores es que nosotros queremos que los docentes y no docentes no pierdan con la inflación, que salgan al menos empatados, y el gobierno nacional dice que siguen con los salarios de hoy”, detalló Moriñigo.
Los sueldos en las universidades, «muy por debajo de la inflación»
– ¿Lo que establece en el proyecto de Presupuesto es un congelamiento de salarios?
– No sé si congelamiento, porque después el gobierno tira pautas salariales muy molestas del 1 o 2 por ciento, cuando la inflación es más alta. Y así llegamos a una diferencia como la actual, que es de 50 puntos y que originó la marcha de hace un mes. No sé si congela, pero sí va muy por debajo de la inflación. Nosotros tenemos dos problemas:mes a mes el aumento es muy pequeño y aunque la inflación ha bajado, supera al aumento;segundo, nos seguimos retrasando en cuanto a sueldos y la diferencia es de 50 puntos. Entonces hay que tratar de sentarnos en una mesa y ver cuál es la idea del Gobierno: si decirles a los docentes y no docentes universitarios que lo que se les debe de 2024 ya va a pérdida o si hay una verdadera intención de recomponer esos 50 puntos el año próximo. Lo que nos cuentan desde la Cámara de Diputados no es muy alentador.
– El presidente Milei contó como un logro hace unos días que bajó la imagen de las universidades a partir del debate que instaló el Gobierno. ¿Tienen claro hacia dónde apunta Milei como proyecto de fondo para la educación superior?
– No sé cual es la verdadera intención. Sí te puedo decir que me hubiese gustado un presidente de la Nación, que uno puede compartir o no sus ideas, que se hubiese montado sobre el prestigio de las universidades nacionales y hubiera mirado un modelo de país haciendo uso de ese prestigio. Si mañana vinieran 3 o 4 empresas de Elon Musk, ¿de dónde creen que saldría el recurso humano para esas empresas? O si uno ve una Argentina productiva, ¿de dónde uno cree que salen esos profesionales?De las universidades. Lo que pasa es que hay un enorme prejuicio de que lo que no manejo lo rechazo, lo esmerilo, le saco prestigio. Me parece que es un verdadero problema para los argentinos.Creo que el gobierno nacional no puede seguir peleándose con todo el mundo. Todos los días hay un listado nuevo de gente a la cual trata de esmerilar y me parece que la solución, a veces, la tienen esas personas con las que van rompiendo puentes. Lo lamento muchísimo porque la universidad es ese lugar donde los nadie pueden ser alguien.Va más allá de los rectores de turno.Es la posibilidad de que nuestros hijos, nietos o sobrinos consigan un título. Contra ese modelo, no hay encuesta que valga; la gente lo quiere sostener porque es un activo de nuestro país. Con la verdadera campaña de desprestigio que existe en contra de las universidades, nos estamos pegando un tiro en el pie.
