En un flojo resultado de las pruebas Aprender, Córdoba logró destacarse
En Matemáticas se vieron las mayores dificultades con resultados que siguen empeorando en cada edición de las evaluaciones nacionales. No hubo casos de alumnos con nivel “destacado”. La provincia, en el segundo lugar.

Por Gonzalo Dal Bianco
En un contexto de muy mal resultado en las pruebas nacionales Aprender para chicos de los últimos dos años de la secundaria, los alumnos cordobeses lograron estar muy por encima de la media y terminaron sólo detrás de los estudiantes de CABA, que fueron los que obtuvieron mejores notas, tanto en Matemática como en Lengua. Los cordobeses quedaron en segundo lugar.
En términos generales, las pruebas confirmaron un derrumbe en los resultados. Los datos muestran que en 2013 había un 40% de los chicos que estaban por debajo del nivel básico de conocimientos de matemática; el año pasado ese porcentaje escaló al 54,6%. Del otro lado, había un 27,9% con nivel satisfactorio y un 7,4% con “superior” o “avanzado”. En esta última categoría el año pasado no hubo alumnos; y los que alcanzaron el satisfactorio sumaron el 14,2%.
Respecto a los matices entre las provincias, el informe oficial de la Secretaría de Educación Nacional destaca que existen provincias que presentan los promedios más altos en Lengua, pero esta situación no necesariamente incluye a todos los estudiantes de la jurisdicción, dado que se registra una mayor heterogeneidad interna; esta circunstancia se observa principalmente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y en menor medida Córdoba, Río Negro, La Pampa, Chubut y Santa Fe.
En el otro extremo se ubican las provincias que presentan los menores promedios en el área de Lengua, y a la vez menor dispersión, dando cuenta de una mayor homogeneidad interna; sin embargo, esta homogeneidad se da en niveles de rendimiento generalmente bajos: lo común es rendir por debajo de los estándares esperados. Es el caso de Catamarca, Chaco, Santiago del Estero, entre otras.
Vale destacar que en el caso de la evaluación de Lengua, la gran mayoría de los departamentos cordobeses alcanzaron un buen rendimiento: sumaron entre 513 y 536 puntos, en el segundo escalón de los máximos logrados a nivel país. Allí está el centro sur de la provincia, salvo Unión -que quedó un paso atrás- y el arco del noroeste.
En el caso de Matemática, gran parte de la provincia quedó en el tercer escalón y se destacó San Justo, ubicado en el segundo. Algunos departamentos del noroeste quedaron en el cuarto nivel de puntaje.
Lo cierto es que en el plano nacional, mientras las pruebas en Matemática encendieron todas las alarmas, en Lengua fueron algo mejor: el 58% alcanzó un desempeño satisfactorio y la brecha entre ambas disciplinas pone en evidencia un problema estructural en la enseñanza y el aprendizaje de la Matemática en Argentina.
Esta prueba se realizó el 24 de octubre de 2024 con la participación de 379.050 estudiantes de todo el país y alcanzó una cobertura de 96,6% de escuelas.
Carlos Torrendell, secretario de Educación nacional, mencionó: «Veníamos desde fines del año pasado desarrollando internamente un trabajo en torno de la mejora de la enseñanza de la Matemática. Este año nuestra idea es poder avanzar justamente para fortalecer lo que se ve claramente débil en estas evaluaciones».
Asimismo, Torrendell insistió en que el problema debe abordarse desde una perspectiva integral: «La matemática es una lengua, como lo es el idioma. Tiene un nivel de abstracción mayor y su enseñanza requiere una formación sólida, tanto en los estudiantes como en los docentes».
Además, se detectó que desde la Prueba Aprender 2022 no hay estudiantes en el nivel avanzado de Matemática. Esta ausencia refleja, según el equipo técnico, un deterioro progresivo desde el operativo ONE 2013, sin que las políticas implementadas hasta el momento hayan logrado revertir la tendencia.
Evaluación como herramienta para la mejora
Torrendell subrayó que «la evaluación por sí sola no mejora nada. De la misma manera que un chequeo médico no sirve si no se actúa sobre los resultados, las pruebas educativas deben traducirse en planes de mejora concretos en cada escuela».
Según explicó, uno de los aspectos más valiosos del nuevo enfoque de Aprender es que cada institución contará con sus propios datos desagregados, lo que permite diseñar estrategias específicas.
Desde la Subsecretaría de Información y Evaluación Educativa, María Cortelezzi remarcó que Aprender es parte de una política nacional de evaluación con más de 30 años de historia, y que su continuidad garantiza una perspectiva evolutiva de los aprendizajes. «Hoy lo que vamos a poder ver es la evolución de los resultados incluyendo también el ONE 2013 hasta la actualidad», afirmó.
Factores clave
Uno de los hallazgos más destacados del informe es la fuerte correlación entre el desempeño académico y factores estructurales como el nivel socioeconómico, la trayectoria escolar y los hábitos de estudio.
Florencia Sourrouille, de la Dirección Nacional de Análisis Estratégico de Datos, explicó que «el nivel inicial es fundamental para todos, pero hay que preguntarse cuánto influye también la calidad de la oferta en los quintiles más bajos».
Los estudiantes con trayectoria escolar sin repitencias y sin sobreedad mostraron mejores resultados, así como aquellos que estudiaron más de cinco horas semanales antes de la prueba.
Sin embargo, el informe deja claro que los alumnos de niveles socioeconómicos bajos, incluso con buenos hábitos de estudio, no logran equiparar los resultados de los sectores más favorecidos.
Pese a los resultados, la evaluación registró una participación récord: el 70,2% de los estudiantes habilitados realizaron la prueba, y solo el 2,9% estuvo presente pero no participó activamente.