El comedor «Pancitas Felices» no recibe donaciones desde diciembre: «No tengo nada para dar la merienda», lamenta la dueña

El comedor «Pancitas Felices», ubicado en el sector sureste de la ciudad de Córdoba, atraviesa un momento crítico. Desde diciembre del año pasado, la institución no recibe donaciones, lo que ha puesto en riesgo la asistencia a más de 300 personas entre niños y adultos.

Elena, la dueña del comedor, relata con angustia la situación: «Hace tres jueves que no cocino porque no tengo nada, hoy pude conseguir para dar la merienda». La mujer explica que la gente ha dejado de colaborar debido a la crisis económica, lo que ha dificultado enormemente la compra de alimentos e insumos.

Las dificultades se agravan con el aumento de la pobreza. Según datos del INDEC, la pobreza en Argentina alcanzó el 48,9% de la población en el semestre noviembre-abril, lo que significa que casi la mitad de los argentinos no tienen ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas.

En el caso de «Pancitas Felices», la situación es aún más dramática. La institución recibe una ayuda estatal de 15.000 pesos mensuales, pero este monto es insuficiente para cubrir los costos de funcionamiento. Solo la cena de un día tiene un costo de 10.000 pesos.

Elena hace un llamado desesperado a la comunidad: «Si alguna persona puede colaborar con un poco de mercadería, fideos, arroz, harina, cualquier cosa que pueda ayudarnos a seguir adelante, se lo agradeceríamos muchísimo».

El alias del comedor para recibir donaciones es GigenaElena8.uala

La situación de «Pancitas Felices» es un reflejo de la crisis social que atraviesa el país. La pobreza aumenta y cada vez son más las personas que necesitan ayuda para poder comer. Es necesario que las autoridades y la comunidad se comprometan a brindar apoyo a estas instituciones que cumplen un rol fundamental en la contención de los sectores más vulnerables.