El Cardenal Rossi participó del funeral en Roma

El Arzobispo de Córdoba, Cardenal Ángel, vivió un momento de profunda emoción y recogimiento en la Basílica de San Pedro, al acercarse a despedir al Papa Francisco, su amigo y hermano en la fe.
Ante los restos del Santo Padre, el Cardenal se tomó un tiempo en silencio para rezar, agradecer y recordar, en una despedida íntima marcada por las lágrimas, la gratitud y los muchos momentos compartidos. Con humildad, rindió homenaje a quien supo tocar el corazón de millones con su testimonio y cercanía.
A la salida de la Basílica, numerosos peregrinos se acercaron espontáneamente al Cardenal. Algunos le pidieron una bendición, otros simplemente quisieron saludarlo. Él, con su habitual calidez, se detuvo, sonrió y compartió gestos de fe y consuelo.
A pesar del cansancio propio de estos días intensos, el Cardenal también brindó palabras a los medios de prensa, resaltando el legado espiritual de Francisco y el clima de oración que se vive en Roma. “La ciudad late de emoción y esperanza”, señaló, “no solo por la multitud de fieles presentes, sino por lo que el Papa nos deja como guía y pastor”.
En los próximos días, el Cardenal Ángel participará del cónclave junto al resto del Colegio Cardenalicio, para discernir en oración quién será el nuevo Sucesor de Pedro.
