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diciembre 13, 2025
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Milei, en Córdoba: «Somos el primer gobierno que cumplió las promesas»

Durante su paso por la capital, el Presidente habló brevemente ante sus seguidores y reivindicó el rumbo de su gestión sin un acto formal. Desde una camioneta y con un megáfono, evitó anuncios y agradeció el voto.

Córdoba había arrancado el viernes con una tensión particular, marcada por la noticia de que Javier Milei volvería a pisar la capital provincial para desplegar lo que su equipo bautizó como “el tour de la gratitud”.

A las 17.12, quedó sellada con la llegada del Embraer T-94 al aeropuerto Ambrosio Taravella. El arribo del Presidente activó un operativo de seguridad de gran escala y reforzó una postal que se repite cada vez que Milei visita la provincia: amplios sectores vallados, controles estrictos y un despliegue policial que transformó a Nueva Córdoba en un corredor blindado.

Al llegar, la comitiva presidencial se dirigió a un hotel en Alberdi para aguardar hasta el inicio del recorrido, previsto para las 19.

La idea era replicar la estética del cierre de campaña de 2023: el presidente parado en la caja de una camioneta, megáfono en mano, saludando a quienes se acercaran a escucharlo.

Desde el oficialismo insistían en que no se trataba de un acto político sino de un gesto de agradecimiento. “No está pensando en 2027, está agradeciendo sinceramente”, repetía el diputado cordobés Gabriel Bornoroni, mientras en las redes libertarias se multiplicaban los mensajes convocando a acompañarlo.

En las horas previas, cientos de personas habían comenzado a reunirse en las inmediaciones del Buen Pastor.

Algunos llegaron desde lejos y otros se toparon con la visita casi por casualidad. Una mujer, que sostenía un cartel escrito a mano, contó que había venido desde Canadá.

“Vivo allá hace 38 años y justo vine a ver a mi familia. Deben ser las fuerzas del cielo que hicieron que yo estuviera acá hoy”, decía convencida. Para ella, Milei era “un genio que está sacando el país adelante”, y aseguraba que desde el exterior ya se notaban cambios: “Muchos inversores se quieren venir a la Argentina; Canadá está cayendo con la izquierda”.

Más allá de los fanáticos entusiastas, también circulaban miradas más complejas, especialmente entre quienes justificaban sin reservas los vetos recientes del presidente.

“Para ordenar un país hay que frenar todo y ver dónde está la pus”, explicaba un hombre que decía apoyar a Milei porque “se puso los pantalones” contra la corrupción. Para él, el ajuste era “inevitable” y la oposición “boicotea” cualquier intento de cambio.

Otros testimonios mostraban el contraste entre la devoción al líder y las dificultades económicas cotidianas. Una mujer que militaba en el interior aseguraba que el presidente había “mejorado muchas cosas”, aunque reconocía que para personas con discapacidad y jubilados “aún les falta mucho”. Aun así, defendía la lógica del sacrificio: “Es ajustarse hasta que mejore, no gastar más de lo que entra”.

Cuando la tarde empezaba a caer, apareció entre la gente una figura muy conocida entre los seguidores libertarios: Iñaki Gutiérrez, el joven influencer que supo manejar las redes de La Libertad Avanza y se había convertido en un vocero informal del oficialismo. Rodeado de militantes que pedían selfies, habló con medios presentes y evitó cualquier interpretación electoralista. “Este viaje es puramente para agradecer. Córdoba es un faro de esperanza; gracias a esta provincia ganamos por un margen enorme y logramos los cinco diputados. Es un gesto hacia ellos”, afirmó.

Sin embargo, no esquivó los temas más polémicos. Sobre la reforma laboral, se defendió: “No viene para representar solo a los trabajadores que ya están en el sistema, sino a los que están afuera. La legislación tiene que flexibilizarse para que vuelvan a entrar”. Y, ante la pregunta sobre la falta de consenso con la CGT, endureció el tono y dijo irónicamente: “Si el sistema es tan proteccionista que deja afuera al 50% de los trabajadores, entonces no sirve”.

El cierre de la jornada estuvo lejos de ser ordenado. La caravana presidencial avanzó de manera caótica por Nueva Córdoba y el operativo terminó convirtiéndose en un escenario difícil, y por momentos peligroso, para el trabajo periodístico. Entre empujones y corridas, varios cronistas y camarógrafos denunciaron forcejeos con personal de seguridad. En medio de esa tensión, un reportero fue golpeado por un custodio del Presidente mientras intentaba registrar el paso de Milei entre la multitud.

No hubo un acto formal ni un esquema claro de prensa. Milei habló poco ante los medios y optó por un contacto directo con sus seguidores: se sacó selfies, firmó remeras y saludó uno por uno, siempre sonriente, mientras el cordón de seguridad intentaba contener a la gente. Esa dinámica hizo que su ascenso a la camioneta oficial se demorara varios minutos, en medio del intenso calor cordobés que contrastaba con la clásica campera de cuero que llevaba puesta.

Finalmente, desde lo alto del vehículo y con un megáfono, el Presidente pronunció apenas unas frases frente a los militantes concentrados en la intersección de San Lorenzo e Ituzaingó. “Somos el primer gobierno que cumplió las promesas de campaña”, lanzó, sin un discurso estructurado ni referencias concretas a la situación social o económica. La escena estuvo acompañada por cánticos, banderas violetas y la música que ya es marca registrada del espacio: Panic Show, de La Renga, sonando a alto volumen.

Tras ese breve mensaje, Milei se retiró de Nueva Córdoba pasadas las 20, mientras los seguidores intentaban acercarse hasta el último momento y el operativo de seguridad volvía a tensarse para despejar la zona.

Así se cerró el primer capítulo del llamado “tour de la gratitud”, una gira que el oficialismo presentó como un agradecimiento por el respaldo electoral del 26 de octubre, especialmente en Córdoba, uno de los bastiones clave de La Libertad Avanza. La postal final dejó una imagen ambigua: entusiasmo militante y cercanía con los seguidores, pero también desorganización, dificultades para el trabajo de la prensa y escenas de violencia muy afín al mensaje que el Gobierno busca instalar.