Llaryora relanza la Autopista 19 y lanza una fuerte crítica a la Nación
“Si no van a hacer la obra, que no molesten”, dijo el gobernador cordobés en el acto de preadjudicación para completar la ruta que une San Francisco con Córdoba.

El gobernador encabezó el acto de preadjudicación para completar la ruta que une San Francisco con Córdoba y cuestionó con dureza la falta de inversión del Gobierno nacional. Pidió el traspaso formal de la obra y anunció una millonaria inversión provincial.
En un acto cargado de simbolismo político y reclamos al Gobierno nacional, el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, presentó este miércoles la preadjudicación del tramo final de la Autopista 19, una obra clave para el este provincial que quedó paralizada por la falta de fondos nacionales.
Desde el Centro Cívico, y acompañado por funcionarios, intendentes y vecinos, Llaryora apuntó directamente contra la gestión de Javier Milei: “Hoy deberíamos estar adjudicando, no preadjudicando. Ya tendríamos que ver las máquinas en marcha, salvando vidas y construyendo progreso”, reclamó, al tiempo que exigió el traspaso formal de la obra para que la provincia pueda avanzar con fondos propios.
El gobernador anunció que Córdoba invertirá más de 196 mil millones de pesos para completar los 62,9 kilómetros pendientes de la traza, una ruta estratégica tanto para la producción como para la seguridad vial. “Esta es una ruta que se está volviendo una máquina de matar. Está abandonada, sin mantenimiento. No podemos esperar más”, advirtió.
En un discurso que combinó tono de gestión con crítica política, Llaryora recordó el histórico reclamo de los vecinos del este cordobés, el llamado «Grito de San Justo», y subrayó que la infraestructura es esencial para sostener el desarrollo: “No se puede producir sin rutas, sin gas, sin energía. Eso es lo que no entienden quienes defienden un modelo sin inversión. Sin rutas, sin educación, sin ciencia, no hay país posible”.
Si bien evitó nombrar directamente al presidente Milei durante los primeros minutos, el mensaje fue claro: “El Estado nacional dice ‘no hay plata’, pero sigue cobrando impuestos. Córdoba aporta mucho más de lo que recibe. Somos una provincia olvidada”, denunció.
En ese marco, reclamó formalmente que el Ejecutivo nacional firme el decreto que permita a Córdoba asumir la responsabilidad total de la obra. “Si no quieren hacerla, déjennos hacerla. Pero no nos bloqueen. Que no molesten”, lanzó.
El proyecto se financiará con fondos provinciales, aunque el Gobierno espera que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) permita reorientar los créditos originalmente previstos para Nación. “Ya demostramos que sabemos hacer las cosas bien. Merecemos ese respaldo”, dijo Llaryora.
La licitación se dividió en tres tramos, adjudicados a las constructoras José J. Chediack S.A.I.C.A. y Benito Roggio e Hijos S.A., tras la apertura de sobres realizada a inicios de junio. Las obras estarán a cargo de Caminos de las Sierras, empresa concesionaria de las rutas cordobesas.
La nueva autopista contará con dos carriles por sentido, control total de accesos, colectoras, distribuidores, puentes sobre el río Xanaes, obras de drenaje, iluminación y señalización, con un plazo estimado de ejecución de 18 meses.
El acto también dejó entrever la estrategia política del gobernador: posicionarse como un gestor activo frente al repliegue del Estado nacional. “Nosotros sí queremos hacer. Vamos a terminar lo que otros dejaron tirado, aunque no nos ayuden”, afirmó, en una clara diferenciación con el Ejecutivo nacional.
El cierre tuvo un fuerte contenido emocional y un llamado a la acción: “Esta obra no es de un partido. Es de todos. La muerte en la ruta no pregunta ideología ni religión. Convirtamos esta ruta del abandono en una autopista del progreso”, concluyó.