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noviembre 21, 2024
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Fabiola Yáñez acusó a Alberto Fernández de violencia reproductiva e inducción al aborto

La ex primera dama presentó una denuncia en la que acusa al expresidente Alberto Fernández de haberla obligado a interrumpir un embarazo en 2016, cuando iniciaban su relación. El testimonio, que amplía la causa por violencia de género contra el exmandatario, expone prácticas de control y abuso de poder.

Fabiola Yáñez, ex primera dama de la Nación, habría denunciado públicamente a su expareja, el expresidente Alberto Fernández, por haberla inducido a realizarse un aborto en 2016, cuando comenzaban su relación, según indicó Infobae. Esta grave acusación se incluye en el marco de una querella por violencia de género que Yáñez presentó recientemente ante la Justicia desde Madrid, con el objetivo de agravar los cargos contra Fernández.

Según el relato de Yáñez, recogido en un escrito judicial, el episodio tuvo lugar poco después de que ambos comenzaran a convivir en un departamento de Puerto Madero, propiedad de José «Pepe» Albistur, amigo cercano del exmandatario. Yáñez relató que tras enterarse del embarazo, experimentó una mezcla de alegría y sorpresa, pero esa emoción se vio rápidamente opacada cuando se lo comunicó a Fernández. Según su testimonio, la respuesta de él fue fría y despectiva: «Esto no puede pasar», le habría dicho, comenzando así un período de hostigamiento que la llevó a tomar la dolorosa decisión de interrumpir el embarazo.

En su presentación, Yáñez describe cómo Alberto Fernández, en lugar de apoyarla, ejerció una intensa presión para que abortara, alegando que era demasiado pronto en la relación y que no estaba preparado para asumir la paternidad. «Me decía ‘hay que resolverlo, tenés que abortar’», afirmó la ex primera dama en su denuncia. Según su relato, Fernández la ignoró completamente durante ese tiempo, tratándola como si no existiera, lo que terminó por socavar su autoestima y la llevó a sentir que era un «mueble» en su propia casa.

Este comportamiento, según Yáñez, constituye un claro caso de violencia reproductiva, un tipo de abuso que compromete la autonomía de una persona para decidir sobre su capacidad reproductiva, ya sea para tener hijos o no y cuándo hacerlo. Este tipo de violencia, aunque poco visibilizada, tiene graves consecuencias psicológicas y emocionales, como lo describió Yáñez en su testimonio.

La denuncia de Yáñez no solo abarca este episodio, sino que también incluye otros actos de violencia física y psicológica que, según ella, sufrió a lo largo de su relación con Fernández. La ex primera dama ha descrito su experiencia como un «terrorismo psicológico», con constantes episodios de acoso y control. Entre los elementos de prueba presentados en la causa, se encuentran mensajes y grabaciones que evidencian este comportamiento abusivo.

El viernes pasado, la Justicia procedió al secuestro de los teléfonos móviles de Alberto Fernández, así como de otros dispositivos electrónicos, en el marco de la investigación. Las autoridades sospechan que el exmandatario podría haber continuado hostigando a Yáñez, incluso después de que se dictara una orden de restricción en su contra. Esta medida judicial se tomó luego de que Yáñez decidiera avanzar con la denuncia, tras conocer que en el celular de María Cantero, exsecretaria privada de Fernández, se encontraron evidencias de violencia.

La investigación está actualmente en manos del fiscal Ramiro González, con la colaboración de la fiscal Mariela Labozzetta, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM). Se espera que en los próximos días Fabiola Yáñez amplíe su declaración testimonial, brindando más detalles sobre los episodios de violencia que afirma haber sufrido.

Esta denuncia contra Alberto Fernández, quien fuera presidente de la Nación entre 2019 y 2023, ha generado una gran repercusión mediática y social, dado el impacto de las acusaciones y la figura pública de ambos involucrados. Mientras tanto, la causa judicial sigue su curso, con el país atento a los nuevos desarrollos en este caso que pone en el centro del debate la violencia de género en las esferas de poder.