El Gobierno desplazó al cordobés Mogetta de la Secretaría de Transporte
El funcionario dejó su cargo tras una decisión política que excede lo técnico. Su salida se vincula con el malestar del presidente Milei por la actitud del bloque schiarettista en Diputados.

En una jugada que mezcla decisiones políticas de alto voltaje y tensiones internas en el oficialismo, Franco Mogetta, el cordobés que hasta este miércoles ocupaba la Secretaría de Transporte de la Nación, presentó su renuncia al cargo en medio de una creciente presión desde la cúpula libertaria. Aunque la versión oficial habla de un alejamiento para “enfocarse en el proyecto político de La Libertad Avanza (LLA)”, detrás de la salida se esconde un entramado político en el que Córdoba vuelve a quedar en el centro de la escena.
Mogetta, exfuncionario del gobierno de Juan Schiaretti y una de las espadas técnicas más destacadas de la administración libertaria en materia de transporte, fue desplazado en un contexto de reestructuración interna impulsada por Santiago Caputo, operador clave del presidente Javier Milei, y por el ministro de Economía Luis «Toto» Caputo, con aval de Federico Sturzenegger, futuro titular del Ministerio de Desregulación.
Más allá de los argumentos oficiales, fuentes cercanas a Casa Rosada y al bloque libertario reconocen que uno de los detonantes clave de la salida de Mogetta fue el creciente malestar con el bloque de diputados cordobeses que responde a Schiaretti. En particular, la decisión de ese grupo de legisladores de dar quórum para la creación de una comisión investigadora del escándalo $Libra, que salpica directamente a Milei, habría sido “la gota que colmó el vaso”.
El presidente interpretó ese movimiento como una traición, y no es la primera vez que cobra factura en esos términos. Ya había ocurrido con la salida de Osvaldo Giordano, también cordobés, cuando su esposa, la diputada Alejandra Torres, votó en contra de la Ley Ómnibus.
En este caso, el propio Mogetta, pese a ser considerado un técnico valioso y con buena gestión, quedó atrapado en ese juego de lealtades políticas cruzadas. Su vínculo con Schiaretti y su pertenencia a la política cordobesa fueron determinantes. Según trascendió, su continuidad en el gabinete libertario ya era vista con recelo desde los sectores más duros del entorno presidencial.
Pese al final abrupto, la gestión de Mogetta había sido reconocida incluso por organismos internacionales. Días atrás, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) destacó avances significativos en materia de Seguridad Operacional en el sector aéreo argentino. En transporte terrestre, también se le reconocía haber encauzado una situación caótica heredada del gobierno anterior.
“Fue una figura clave para reordenar el área”, expresó el comunicado oficial, que agradeció su “compromiso con los objetivos del Gobierno”. Sin embargo, esos méritos no fueron suficientes para blindarlo de las tensiones políticas que atraviesan la alianza gobernante.
El lugar de Mogetta será ocupado por Luis Pierrini, empresario del sector asegurador, cercano al ministro Caputo, y alineado con los objetivos de desregulación del oficialismo. Aunque sin experiencia directa en transporte, se espera que Pierrini actúe como ejecutor de una transformación profunda del área, que incluiría la disolución de organismos como la CNRT y la fusión de dependencias vinculadas a la aviación civil.
El propio Caputo afirmó en su cuenta de X: “Franco ha hecho un GRAN trabajo y continúa siendo parte del equipo. Deja su cargo porque es probable que sea candidato de LLA en las próximas elecciones”.
Pese al respaldo público del ministro de Economía, llama la atención que el propio Mogetta no haya comunicado su presunta precandidatura ni se haya despedido oficialmente del cargo hasta ahora. Desde su entorno, aseguran que pidió quedarse hasta el martes para despedirse de su equipo, pero algunos en el Gobierno impulsan que deje su oficina del Palacio de Hacienda antes.
La versión de una candidatura suena más a argumento posterior que a una planificación política. De hecho, no es común que se anticipen postulaciones a cargos aún no definidos sin un anuncio personal o estrategia de campaña en marcha.
La salida de Mogetta confirma el rol protagónico que Córdoba sigue teniendo en la política nacional. Desde el arranque de la gestión Milei, la provincia ha sido un actor clave en las votaciones legislativas, pero también un foco constante de conflictos. La estrategia pendular de Schiaretti, que osciló entre la colaboración y la confrontación con el Gobierno nacional, parece haber tenido costos para varios de sus alfiles.
Franco Mogetta es el segundo cordobés que deja el Ejecutivo libertario en apenas cuatro meses. Ambos, piezas técnicas de perfil bajo pero con sólida formación y experiencia, desplazados en un escenario donde la lealtad política parece pesar más que los resultados de gestión.