El Gobierno analiza designar por decreto a Lijo y a García Mansilla como jueces de la Corte Suprema
Así lo adelantó el Jefe de Gabinete Guillermo Francos durante una entrevista. La medida se plantea ante la falta de acuerdos.

El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, confirmó este domingo que el Gobierno evalúa la posibilidad de designar por decreto a Ariel Lijo y Manuel García Mansilla como nuevos integrantes de la Corte Suprema de Justicia. La medida, que se plantea ante la falta de acuerdos en el Senado para aprobar los pliegos antes de fin de año, busca evitar que el máximo tribunal quede reducido a tres miembros por la jubilación de Juan Carlos Maqueda en diciembre.
”Son todas las alternativas que tenemos en análisis, pero todavía no tomamos una decisión al respecto», expresó Francos en una entrevista con Radio Mitre. A pesar de que el funcionario enfatizó que la prioridad del Gobierno es que los nombramientos sean aprobados por la Cámara alta, reconoció las dificultades de operar en minoría: “La propuesta no fue tratada por el Senado y la Corte va a quedar con tres miembros. Hay una preocupación desde el Gobierno para que la Corte esté integrada. En la historia argentina hay de todos los casos. Lo mejor sería que lo designe el Senado”, remarcó y aclaró que “cuando estás en una minoría parlamentaria cuesta un esfuerzo enorme”.
La vacante en la Corte Suprema se producirá el 29 de diciembre, cuando Maqueda cumpla 75 años, la edad límite para integrar el tribunal según la Constitución. Aunque podría haber permanecido en el cargo con una nueva propuesta presidencial y la aprobación del Senado, el presidente Javier Milei decidió no proponer su continuidad.
«Son alternativas, pero todavía no tomamos una decisión al respecto. Hicimos una propuesta que no fue tratada aún por el Senado y estamos ante una Corte que va a quedar con menos miembros en poco tiempo», manifestó.
Mientras tanto, el oficialismo impulsa los pliegos de los magistrados: García-Mansilla tiene solo seis firmas en su dictamen y Lijo, en cambio, con nueve firmas estaría en condiciones de ser votado ante la Cámara Alta, aunque, por el momento, no estén garantizados los dos tercios necesarios para designarlo como juez.
«Ojalá pudiera funcionar. Me imagino los debates sobre estos pliegos y las negociaciones que se llevan adelante. Ya tendremos más legisladores para tener una posición más fuerte y una decisión más fluida», concluyó.