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abril 19, 2025
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«Le volé los sesos por culpa tuya y de tu hermano», cruel confesión del femicida detenido

En un acto de crueldad extrema, Pérez, después de cometer el femicidio, se comunicó con los hijos de Rosana y les confesó el crimen a través de un mensaje desgarrador.

La violencia machista continúa cobrando vidas. Esta vez, la víctima fue Rosana Silvina Rochen, quien fue asesinada por su pareja, Adrián Pérez, en la localidad de Los Reartes. Ambos eran oriundos de Rosario, y su relación, marcada por el abuso y la violencia, culminó en un hecho estremecedor.

El crimen, ocurrido en el hogar que compartían, dejó a la comunidad y a la familia de la víctima consternados. En un acto de crueldad extrema, Pérez, después de cometer el femicidio, se comunicó con los hijos de Rosana y les confesó el crimen a través de un mensaje desgarrador. “Le volé los sesos por culpa tuya y de tu hermano”, les dijo, en un intento de justificar su violencia y ejercer control sobre ellos, incluso después de arrebatarle la vida a su madre.

Según los testimonios recabados, la hija de la víctima relató a ElDoceTv que antes del asesinato, Rosana había enviado mensajes extraños a proveedores, lo que alertó a su hijo. Este intentó contactarla en varias ocasiones, pero al no obtener respuesta, llamó a Pérez, quien le respondió de forma amenazante: “¿Ahora te acordás de tu mamá? Ya es tarde”.

En medio de la angustia y la incertidumbre, los hijos de Rosana recibieron un audio de WhatsApp del propio femicida, quien, sin remordimiento alguno, reiteró su cruel confesión.

El caso ha dejado al descubierto la peligrosa dinámica de control y violencia que sufría Rosana, quien, según las fuentes del caso, había expresado su deseo de separarse de Pérez. En este contexto, se observa cómo el femicida reaccionó de manera violenta ante la decisión de su pareja de recuperar su autonomía.

Además, los investigadores hallaron una inquietante inscripción en la pared de la casa donde ocurrió el asesinato, escrita con tiza por el propio agresor: “En la vida hay que ser justo, pagá lo que debés”, una frase que, lejos de tener un sentido lógico, refleja la retorcida mentalidad del agresor, quien parece buscar justificar su acto homicida a través de una visión distorsionada de la “justicia”.

Este femicidio es un claro recordatorio de la necesidad urgente de visibilizar la violencia machista en todas sus formas y de brindar a las mujeres las herramientas necesarias para protegerse y ser escuchadas. La cultura de la impunidad y la tolerancia hacia la violencia de género deben ser erradicadas de manera definitiva.

Rosana Silvina Rochen ya no podrá recuperar su vida, pero su historia nos llama a todas y todos a seguir luchando por la erradicación de la violencia de género, a sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de escuchar, creer y acompañar a las víctimas. El femicidio de Rosana es una tragedia más en una larga lista que exige un cambio real y urgente en las estructuras sociales, políticas y judiciales para que no haya ni una mujer menos.