La Policía halló a seis ancianos atados en un geriátrico de Córdoba
Los gritos de auxilio alertaron a un joven que llamó a las autoridades. Dos cuidadoras afirmaron que uno de los pacientes fue «reducido» de esa manera para evitar que se autolesione. La explicación del propietario del establecimiento.
En la madrugada del viernes, la Policía de Córdoba llevó a cabo un operativo en un geriátrico ubicado en el barrio San Vicente, en la capital provincial, tras recibir una alerta por gritos de auxilio. Durante la intervención, los efectivos encontraron a seis personas mayores atadas en sus habitaciones, lo que generó preocupación y abrió una investigación sobre las condiciones en el establecimiento.
El incidente se registró poco después de la 1 de la mañana en el geriátrico situado en la calle Estados Unidos al 2.477. Según informaron fuentes oficiales, la alerta provino de un joven de 19 años, quien se comunicó con el servicio de emergencias 911 para reportar que escuchaba los gritos de un hombre pidiendo ayuda desde el interior del establecimiento.
Cuando los agentes llegaron al lugar, se entrevistaron con dos cuidadoras, quienes explicaron que habían «reducido» a uno de los pacientes en su habitación debido a que se encontraba autolesionándose. Aseguraron que, como parte de sus procedimientos, lo ataron a la cama con telas, una práctica que afirmaron era común en el geriátrico.
Sin embargo, al realizar una inspección en el lugar, los policías observaron que no solo el paciente mencionado, sino otros seis residentes más, estaban atados en sus habitaciones. De un total de 14 personas que se encontraban en el establecimiento, seis estaban en esa situación, lo que generó un grave cuestionamiento sobre los métodos utilizados en el lugar.
El comisario Claudio Aguirre explicó en declaraciones a Cadena 3 que, tras recibir el llamado de auxilio, se envió una unidad policial para verificar la situación. «Al llegar, los agentes entrevistaron a las cuidadoras, quienes informaron sobre un paciente que había tenido un episodio de descontrol y que, por ello, habían tenido que reducirlo», detalló el funcionario.
La palabra del dueño del establecimiento
Daniel Gagliardi, propietario del geriátrico, explicó que el abuelo que gritaba “se alteró”. “Tiene 95 años, no se le puede dar nada para que duerma porque tiene problemas cardíacos, por lo tanto así se lo contenía”, afirmó en conversación con El Doce.
De acuerdo a sus palabras, el residente “estaba sacado” y no encontraron otra forma de contenerlo. También relató otros episodios similares y aseguró que le pusieron barandas al costado de la cama para cuidarlo, pero “las agarra y las tira”.