Denuncia de abuso en el Colegio Santísima Trinidad: la comunidad educativa exige justicia

La comunidad educativa del Colegio Santísima Trinidad, ubicado en barrio San Rafael, Córdoba, se encuentra en estado de conmoción y preocupación luego de que se hiciera pública una denuncia de abuso sexual contra un docente de Informática y Robótica. El presunto abuso habría ocurrido en el nivel inicial del establecimiento, afectando a un niño de 5 años. Según trascendió, el jueves pasado se presentó la primera denuncia formal en el Polo de la Mujer, lo que desencadenó una ola de indignación entre los padres de los alumnos del colegio.

La situación escaló rápidamente cuando un grupo de padres se congregó en las puertas del colegio para exigir respuestas a las autoridades de la institución. «Queremos que se haga justicia, que se investigue a fondo y se proteja a nuestros hijos», expresó uno de los padres presentes. El clima de tensión se agudizó cuando, el viernes, otro grupo se trasladó hasta el domicilio del docente en barrio Urca para escracharlo, evento que requirió la intervención de la Policía.

El acusado, además de ser profesor en el Colegio Santísima Trinidad, se desempeña como vicedirector del nivel inicial en otra institución de la capital cordobesa. La noticia ha generado una profunda preocupación, especialmente tras conocerse que una segunda madre denunció que su hijo también habría sido víctima del mismo docente. Este lunes, un grupo de padres se reunió nuevamente en las puertas del colegio, exigiendo la detención inmediata del sospechoso.

En declaraciones a Marca Informativa Córdoba, Javier, uno de los padres afectados, expresó la desesperación de las familias: «Nos gustaría escuchar que esta persona ya está detenida porque nuestras pruebas son más fuertes que cualquiera; nuestros hijos han hablado con nosotros, y para nosotros eso es suficiente». Javier también destacó que ya hay al menos diez denuncias formales presentadas, algunas de las cuales se remontan al año pasado. «Nos dimos cuenta de que hay patrones en común que este profesor utilizaba para acercarse a los niños», añadió.

Según lo informado por los padres, el docente acusado llevaba tres años trabajando en el colegio y, aunque no existían denuncias penales previas, algunos padres sospechan que la institución tenía conocimiento de las quejas o irregularidades. «Nosotros, entre padres, empezamos a hablar y a conectar los puntos. Hay denuncias de situaciones que ocurrieron el año pasado», explicó Javier.

Durante una reunión con el fiscal a cargo del caso, las familias expresaron su necesidad de una respuesta rápida de la justicia. «Nos atendieron muy bien y nos dieron cierta tranquilidad respecto a cómo va la investigación. Pero para nosotros nada es rápido, ya pasaron tres días y parece una eternidad», relató Javier. También mencionó que las familias están buscando una representación legal adecuada para seguir de cerca las pericias y el avance de la investigación.

Por su parte, el fiscal a cargo del caso ha asegurado que se trabajará intensamente para esclarecer los hechos y brindar justicia a las familias afectadas. Las autoridades educativas del Colegio Santísima Trinidad, en tanto, no han emitido declaraciones públicas sobre las acusaciones.

El impacto del caso ha sido profundo en la comunidad. «Somos gente de clase media, la mayoría baja, y para tener un buen representante legal necesitamos la solidaridad de la gente», concluyó Javier, destacando la necesidad de apoyo comunitario en este momento difícil.