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noviembre 22, 2024
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Secuestro en Bouwer: presos tomaron de rehén a otros internos y pidieron rescate para liberarlos

Hay tres involucrados identificados. Ocurrió hace dos años pero este viernes se concretaron dos arrestos. Las víctimas fueron encerradas en una de las celdas.

Este viernes se conoció un grave hecho ocurrido en la cárcel de Bouwer, pero que sucedió hace dos años. La Justicia federal detuvo en esta madrugada a dos hombres acusados de haber participado en un secuestro extorsivo sucedido en ese centro penitenciario, mientras un tercer cómplice continúa prófugo.

En 2022, al menos tres presos con armas blancas tomaron de rehenes a otros internos. Los engañaron, amenazaron y trasladaron hacia una de las celdas del pabellón MX1. Desde allí, los reclusos obligaron a llamar con sus celulares a las familias para que pagaran un rescate. Les exigían dinero y droga a cambio de su liberación.

La causa se encuentra en manos del fiscal federal Maximiliano Hairabedián, quien confirmó a El Doce que las detenciones se concretaron en esta madrugada, a dos años del hecho. Agregó el jurista que entre los arrestados está uno de los presos que cometió el delito, mientras que otro de los cómplices sigue prófugo. Estos dos habían recuperado la libertad por otras causas. El tercero involucrado ya estaba detenido con anterioridad.

El porqué de la demora en la investigación

El fiscal admitió que hubo «una demora en comunicar el hecho” y que el principal motivo tuvo que ver con la “reticencia de las víctimas para individualizar a los autores”. “Los presos privados de su libertad nunca quisieron decir con nombre y apellido los presos que los secuestraron», explicó, y detalló que «hubo que hacer una tarea artesanal por la Dirección General de Investigaciones de la Policía para poder identificarlos pese a esa dificultad investigativa”.

Para ello, fue necesario acudir al análisis de cámaras de seguridad y testimonio de personal que colaboró para esclarecer el hecho. Hairabedian remarcó que no hubo complicidad por parte del personal del Servicio Penitenciario debido a que “tanto las testimoniales de las víctimas del hecho como del análisis de las cámaras de seguridad no se ve participación de personal”. “Esto sucede adentro del pabellón y no se ven guardias de seguridad presenciando”, afirmó el fiscal.

EL funcionario judicial reveló que incluso los internos que sufrieron este secuestro extorsivo “nunca lo denunciaron” y de lo único que tomaron conocimiento fue de un pedido que hicieron sus abogados a la Justicia provincial para que “los cambien de pabellón porque estaban sufriendo una serie de amenazas a su integridad por parte de otros presos”.

Cómo fue el secuestro extorsivo

En una conferencia de prensa llevada a cabo el día de hoy, el fiscal federal Maximiliano Hairabedian expuso detalles sobre este secuestro ocurrido en el año 2022 dentro de una cárcel federal. Según sus declaraciones, el incidente, que involucró a dos internos de otra nacionalidad, tuvo una duración de menos de una hora y se desarrolló en un pabellón donde todos los implicados eran reclusos.

La banda de secuestradores trasladó a las víctimas a una celda desprovista de cámaras de seguridad y, utilizando amenazas con cuchillos, obligaron a los internos a realizar videoconferencias con sus familiares. Durante estas llamadas, los secuestradores exhibieron a los familiares de las víctimas y les suplicaron que entregaran dinero para asegurar la liberación de los reclusos y evitar su maltrato. Hairabedian confirmó que la suma inicial exigida era considerable y que, además del dinero, los secuestradores demandaban drogas.

La situación alcanzó su punto crítico cuando la urgencia de los captores por liberar a las víctimas los llevó a permitir un encuentro entre el hermano de uno de los internos y un individuo externo, a quien se le entregó el dinero disponible. Según el relato del fiscal, esta acción fue determinante para la liberación de los secuestrados.

Uno de los aspectos más sorprendentes del caso, señaló Hairabedián, es que tanto los autores como las víctimas están cumpliendo condena en la misma institución carcelaria. Esta modalidad de secuestro extorsivo, donde tanto los perpetradores como los afectados dependen de personas externas para completar la operación, es una novedad para las autoridades judiciales.

El fiscal enfatizó que si bien no puede catalogarse como una «cárcel liberada», este incidente pone de manifiesto una preocupante situación de inseguridad dentro de los pabellones penitenciarios. «Es una situación delicada», concluyó Hairabedián, instando a una investigación exhaustiva para garantizar la seguridad de los internos y el personal penitenciario.