Ronda de alegatos por el crimen de Anahí Bulnes: la querella definió a Campos Matos como «un potencial asesino serial de mujeres»

Este miércoles se desarrolla en la Cámara Sexta del Crimen de Córdoba la última jornada del juicio contra Santiago Campos Matos, acusado de asesinar a Anahí Bulnes en diciembre de 2022. El acusado, que está imputado por “homicidio calificado por mediar violencia de género”, podría recibir una pena perpetua de prisión si es encontrado culpable.

El juicio se desarrolló a lo largo de siete audiencias, durante las cuales se presentó una abundante cantidad de material fílmico, pericias y testimonios clave.

Alrededor de las 9 de la mañana comenzó la sesión, en la que las partes presentaron sus alegatos. Después de las 14 horas se conocerá el veredicto final. Cabe señalar que este proceso judicial se realiza con jurados populares.

Los fiscales solicitaron perpetua para Campos Matos

El fiscal de la Cámara Sexta del Crimen, Fernando Palma junto a la fiscal adjunta Eugenia Pérez Moreno -quien instruyó la causa- pidieron al tribunal la prisión perpetua para Santiago Campos Matos.

Durante su alegato, Palma calificó de «contundentes» a las pericias realizadas sobre el único acusado por el femicidio, detallando que de ellas se desprendió «un profundo odio contra las mujeres», en particular contra las trabajadoras sexuales.

El fiscal también resaltó que, de acuerdo a lo afirmado por una testigo bajo juramento, Campos Matos salía «de cacería» a las calles, buscando pelearse con gente sin pretexto alguno. Además, él mismo le había asegurado a ella que el imputado «odiaba y sentía asco por las travestis». También se mencionó que el sospechoso predicaba un culto satánico.

Luego, Palma ahondó en la vulnerabilidad del trabajo sexual de Anahí Bulnes, situación de la que se aprovechó Campos Matos. El fiscal sostuvo que ese ámbito le era ajeno a la maestra, asegurando que «no pertenecía a este colectivo» y que estaba aislada del resto de las trabajadoras sexuales. En esa soledad, argumentó, el peligro para la víctima aumentaba exponencialmente.

«Campos Matos se aprovechaba del cuerpo de las mujeres como cosas», sentenció el fiscal a cargo de la causa en otro pasaje de su discurso. También relató que, de acuerdo a los peritos, el presunto asesino disfrutaba con ver sangre y que lo caracterizaba una personalidad sádica.

Por su parte, la fiscal de Instrucción Eugenia Pérez Moreno certificó que las heridas que tenía Campos Matos sucedieron esa noche en su departamento. También contó que él comentó con distintas personas sobre esas lesiones (cortes en mano y golpe en piernas), pero que nunca quiso hacerse atender en un hospital porque «esas cosas se reportan».

Durante su alocución sostuvo que Campos Matos había desmembrado el cuerpo de Anahí Bulnes para deshacerse de él ya que no había una salida del edificio que no levante sospechas, ni siquiera por el techo.

En ese sentido, contó hubo muchas salidas del acusado en los horas posteriores al asesinato. También relató que se analizó una mochila que el presunto femicida usó, alegando que, de acuerdo al registro fílmico, podría haber llevado más de 10 kilos. Esa hipótesis se refuerza por las afirmaciones de una testigo, que dijo verlo con una bolsa muy pesada, lo cual le llamó la atención cómo la llevaba.

La querella se sumó al pedido de perpetua y destacó la misoginia de Campos Matos

Daniela Morales Leanza, que representa a la familia de Anahí Bulnes, comenzó agradeciendo en nombre de sus representados el trabajo de la Justicia cordobesa y, principalmente, al Instituto Argentino de Antropología por la búsqueda en el predio municipal de enterramiento de basura Piedras Blancas.

Contó que la ex pareja de Anahí y padre de sus hijas la golpeaba y la maltrataba. Luego aseguró que la hija mayor tiene una enfermedad neuronal grave y costosa, lo que empujó a la maestra al trabajo sexual: «Anahí fue antes que nada, una madre abnegada». Según el testimonio de una trabajadora sexual, Anahí había afirmado que necesitaba dinero porque tiene una hija con discapacidad.

Morales Leanza también se entrevistó con la gente de AMMAR (Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina, entidad que nuclea a las trabajadoras sexuales) y hasta visitó las esquinas de la zona para conocer mejor el contexto en el que trabajaba Anahí.

Esto le permitió a la abogada querellante certificar los múltiples peligros y vulnerabilidades que padecen las trabajadoras sexuales. Una de ellas le dijo que «nos tratan peor que a trapos de piso» y «si te subís a un auto no sabés si volvés».

La letrada citó el testimonio de Raúl Quiroga, uno de los peritos psiquiátricos que analizó a Santiago Campos Matos. «Nunca sentí tanto miedo», sostuvo el especialista al estar cerca del presunto femicida. Morales Leanza mencionó una predilección del acusado por el cine gore, las escenas de desmembramientos y con grandes despliegues de sangre.

«Tendencia destructiva y siniestra contra los seres vivos», fue otra de las fraces de los peritos con la que describieron al homicida. También dijeron que sentía placer y gozo al ver las caras de los médicos cuando les contaba sobre las cosas horrorosas que veía.

Además, Morales Leanza contó que Campos Matos asesinaba animalitos cuando era joven y que salía a golpearse brutalmente con chicos de su edad. Asimismo, relató que el femicida lleva encima un historial de bullying y de violencia intrafamiliar por parte de su padre. Este contexto problemático se acentuó luego con un consumo excesivo de drogas.

«Esas trolas asquerosas me dan asco», le dijo a una amiga con derechos Campos Matos, según la abogada querellante. En ese sentido, Morales Leanza aseguró que el sospechoso tenía un vigoroso odio contra las mujeres, en particular por las trabajadoras sexuales. Por último, lo calificó como un «potencial asesino serial de mujeres» y pidió la prisión perpetua para el acusado.

Por último, la abogada querellante mencionó que las heridas que tenía Campos Matos, nombradas anteriormente por el fiscal Palma, era el último «grito por sobrevivir» de la mujer.

Cabe mencionar que afuera de Tribunales II, donde se desarrollaba este juicio, militantes de AMMAR realizaban una vigilia por Anahí Bulnes y reclamando justicia por su caso.

La defensa pidió «rigor científico» para analizar las pruebas

El abogado defensor de Campos Matos, Santiago Villafañe, pidió un «profundo análisis de la prueba con el mayor rigor científico» y que el tribunal no se deje llevar por las suposiciones de la querella. Dijo que hay «indeterminación» en los hechos que se le imputan a su defendido.

En ese sentido, relató que vecinos del femicida alguna vez escucharon gemidos sexuales provenientes de su departamento, pero que sin embargo esa noche nadie escuchó nada. De igual manera, sostuvo que la chica que iba a limpiar a la casa de Campos Matos tampoco vio ni percibió nada raroen los días posteriores al femicidio.

También mencionó irregularidades en el proceso de investigación, tales como la falta de testigos civiles en los múltiples allanamientos.

Un caso que busca resolución

A más de un año y medio, el cuerpo de la mujer todavía no apareció, pero para los investigadores el caso está resuelto: la víctima llegó al domicilio de Matos, allí la asesinó y luego tiró su cuerpo en distintos contenedores de basura.

Todos estos detalles se pudieron establecer por las cámaras de seguridad en las que se constató que ambos ingresaron juntos al edificio donde vivía Matos, pero horas después el acusado salió solo y con bolsas de residuos.

Sobre el único acusado que tiene el caso, está preso desde el 26 de diciembre de 2022 luego de que se hayan realizado diversos allanamientos en su vivienda con la idea de encontrar a Bulnes, quien estaba desaparecida desde hacía tres semanas.

Pese a que no se halló el cuerpo, manchas de sangre de la víctima en la casa de Matos permitieron que llegue a juicio y pueda ser condenado a prisión perpetua.

Asimismo, algo que estremeció a los investigadores es que dentro del domicilio del hombre había libros sobre rituales, crímenes y material relacionado al canibalismo.

Además, para la Justicia las pericias psicológicas y psiquiátricas a Matos son concluyentes. Esto se debe a que las mismas determinaron que se trata de una persona «impulsiva, agresiva y carente de empatía», a lo que le sumaron «posibles características sádicas».