Las madres del Neonatal, contra la defensa: «Pusieron en duda nuestro dolor»
Tras los alegatos de la defensa de Brenda Agüero, las madres de los bebés fallecidos en el Neonatal difundieron un duro comunicado. Denuncian haber sido revictimizadas y apuntan a un intento de desacreditarlas al vincular sus testimonios con intereses económicos.

En una nueva y tensa etapa del juicio por las muertes y ataques a recién nacidos en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba, las madres de los bebés involucrados difundieron un fuerte comunicado en sus redes sociales luego de los alegatos de la defensa de la enfermera Brenda Agüero. El documento, cargado de dolor e indignación, rechaza las acusaciones de que sus testimonios fueron modificados por un interés económico y denuncia un nuevo episodio de violencia institucional contra ellas.
El mensaje fue publicado en el perfil de Instagram de las madres, apenas concluyó la jornada del jueves, marcada por un alegato que, según dijeron, “superó todos los límites”. En el texto, expresan su rechazo a las declaraciones del abogado Juan Manuel Riveros, quien en su presentación cuestionó la veracidad de algunos testimonios al vincularlos con los montos de las demandas civiles. Para las madres, este tipo de planteos no sólo es “cruel y despiadado”, sino que representa una forma de revictimización que perpetúa el destrato institucional que vienen soportando desde la muerte de sus hijos.
“Nos vemos con la necesidad de salir a aclarar, en medio del dolor, el acto cruel y despiadado que vivimos en la audiencia”, dice el comunicado. “Hoy pusieron en duda el dolor de las madres, tratando de desvirtuar que lo que buscamos es otra cosa que no sea la verdad”, agregan.
La defensa de Agüero, en particular a través del abogado Riveros, desarrolló un análisis pormenorizado de cada uno de los trece casos por los que su clienta está acusada. En ese marco, el letrado introdujo un eje argumental polémico: sugirió que los montos “millonarios” de las demandas civiles interpuestas por las familias podrían haber influido en el contenido de sus declaraciones judiciales.
“Díganme si ustedes no van a repensar su declaración por estos montos de dinero”, expresó Riveros ante el jurado popular, en referencia a los testimonios de las madres. A lo largo de su exposición, el abogado fue detallando cada caso y el valor actualizado de las demandas por daño y perjuicio, destacando supuestas contradicciones o diferencias entre los relatos originales y los actuales.
Uno de los puntos que más dolió a las familias fue la insinuación de que las madres lloraban “por la plata” durante el juicio. El comunicado también recuerda que al inicio del proceso judicial otro abogado defensor, Gustavo Nievas, había intentado responsabilizar a las propias madres por la muerte de sus hijos. “Nada iba a cambiar nuestras historias”, escriben las madres en su mensaje, “y ya todo es injusto para nuestras familias. Aun así, decidimos seguir poniéndole el cuerpo y alma… con el único fin de llegar a la verdad”.
Uno de los conceptos clave que atraviesa tanto el alegato de las querellas como el testimonio público de las madres es el de violencia institucional. Se trata de una forma de violencia ejercida desde organismos del Estado u otras instituciones hacia las personas, especialmente hacia los sectores más vulnerables. En este caso, muchas de las madres denunciaron haber sido culpadas, ignoradas o minimizadas en su dolor, y aseguran que el juicio ha sido escenario de nuevas formas de ese mismo maltrato.
La querellante oficial, Ana Pagliano, ha señalado durante el juicio que las madres fueron víctimas no solo del daño directo que sufrieron sus hijos, sino también de un entramado institucional que no actuó con la debida diligencia, y en algunos casos las sometió a sospechas infundadas. Para las querellas, todo el caso debe ser entendido en el marco de una lógica institucional patriarcal, corporativa y jerárquica que, lejos de protegerlas, las desamparó.
En el comunicado, las madres también cuestionan las actitudes dentro de la sala de audiencias. Hablan de “reírse en medio de la audiencia, dormir, usar tonos irónicos” y de una “falta de respeto” hacia las historias de vida que allí se exponen. Señalan que no es solo una cuestión de palabras o volumen de voz, sino de ignorar o minimizar el dolor de las familias. “Callar es permitir, y permitir es ser cómplices, como hicieron los funcionarios que están sentados en esta causa”, expresan.
Durante el alegato, Riveros también apuntó contra la evidencia científica presentada por la acusación, especialmente las determinaciones de potasio en sangre y la falta de estudios realizados por laboratorios de toxicología forense. En cada uno de los casos, buscó relativizar la acusación sobre Agüero, sugiriendo que no hay pruebas directas de su participación en los hechos.
Más allá de las estrategias defensivas, lo que dejó al descubierto esta audiencia fue el quiebre entre los relatos jurídicos y los relatos del dolor. Mientras la defensa busca sembrar dudas en el jurado sobre la autoría de los hechos, las madres insisten en que su participación en el juicio tiene un solo objetivo: conocer la verdad.
El juicio, que se lleva adelante en la Cámara Séptima del Crimen de Córdoba, ya escuchó los alegatos de las querellas y gran parte de la defensa de Agüero. En las próximas jornadas continuará la exposición del abogado Riveros, quien seguirá desglosando uno a uno los 13 casos que involucran a la enfermera. También está previsto que se inicien los alegatos de los exfuncionarios acusados de encubrimiento y omisión de deberes de funcionario público.
Las querellas solicitaron prisión perpetua para Agüero por cinco homicidios calificados y ocho intentos de homicidio. Para los exfuncionarios imputados, pidieron penas de entre tres y seis años. La defensa, en tanto, sostiene que Agüero fue convertida en una “chivo expiatorio” para encubrir deficiencias del sistema de salud provincial.