La Justicia de EE.UU. define el futuro del juicio por YPF
Este martes representa un momento decisivo para Argentina en el millonario juicio por la expropiación de la petrolera.

Este martes representa un momento decisivo para Argentina en el millonario juicio por la expropiación de YPF. La Corte de Apelaciones de Nueva York debe resolver si mantiene en suspenso el fallo que obliga al Estado argentino a entregar el 51% de las acciones de la petrolera como compensación por la estatización de 2012. La causa implica un posible desembolso de 16.100 millones de dólares, más intereses, lo que tendría un fuerte impacto económico y político para el país.
El litigio, que ya lleva más de una década, tiene como eje el incumplimiento de la Oferta Pública de Adquisición (OPA), un paso exigido por el estatuto de YPF que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner omitió al nacionalizar la empresa. Esa omisión afectó a accionistas internacionales, lo que dio lugar a que la causa se dirima en tribunales de Estados Unidos.
La Corte ahora tiene tres opciones sobre la mesa: prorrogar la suspensión del fallo, autorizar su ejecución inmediata o permitir una forma de pago alternativa, como bonos. Si se rechaza la suspensión, el Gobierno argentino deberá optar entre negociar con los demandantes o afrontar consecuencias legales por incumplimiento, como posibles embargos sobre activos estatales o restricciones financieras.
El origen del conflicto se remonta a la compra del 25% de YPF por parte del Grupo Petersen, operación financiada por la propia Repsol. Tras la expropiación, la falta de distribución de dividendos llevó a la quiebra de Petersen, y fue entonces cuando apareció Burford Capital, una firma especializada en financiar litigios, que compró los derechos para llevar adelante el juicio. De ganar el caso, Burford se quedaría con el 70% de la indemnización.
Más allá del monto económico, la resolución de este martes será clave para la posición de Argentina en los tribunales internacionales y podría condicionar su acceso a los mercados y su credibilidad ante inversores extranjeros.
Mientras tanto, en Nueva York se define una parte importante de la historia reciente de la energía en el país.