La Justicia condenó a la cúpula de Luz y Fuerza por defraudación
El TOF2 descartó la asociación ilícita y sólo aplicó lavado de activos al exsecretario general. Tras el fallo, ambos dirigentes hablaron y reiteraron su inocencia.

El Tribunal Oral Federal N° 2 condenó este martes a la cúpula del Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba por defraudación reiterada a las arcas gremiales cometida entre 2011 y 2019. La sentencia, dictada por los jueces Noel Costa (presidenta), Carolina Prado y Fabián Asís, fue unánime y dejó fuera la figura de asociación ilícita, por lo que las penas quedaron por debajo de lo requerido por la fiscalía. Ninguno de los dirigentes quedó inhabilitado para ejercer cargos.
La mayor condena recayó sobre el exsecretario general, Gabriel Suárez, quien recibió 6 años de prisión por defraudación y lavado de activos, siendo este último delito aplicado únicamente en su caso. Suárez llegó al final de la audiencia acompañado de sus abogados Ernesto y Tristán Gavier e Iván Mochovsky y, tras oír la lectura del veredicto, expresó su sorpresa por el resultado: “Analizaremos con los abogados los pasos a seguir. ¿Estoy sorprendido por la resolución? Sí, la verdad que sí”. Respecto a su reacción personal ante la condena, señaló que experimenta “una molestia como para cualquier persona ante una situación así”, y enfatizó que cualquier definición futura “la resolverán nuestros abogados. Veremos cómo seguimos”.
El actual secretario general del gremio y exsecretario adjunto, Jorge Molina Herrera, fue condenado a 4 años y seis meses de prisión, la misma pena que el exsecretario de Finanzas, Fernando Navarro. Al retirarse del edificio judicial, Molina Herrera también habló ante la prensa y relató cómo atravesaba el momento: “Yo muy bien, me siento muy bien”. Sin embargo, admitió que no está conforme con la sentencia: “No, nadie va a estar conforme”. Aun así, aseguró tener fortaleza para continuar al frente del sindicato: “Por supuesto, y el apoyo de todos mis compañeros, del 80% de los compañeros”, expresó, y sostuvo que el gremio “queda igual que ayer, igual que ayer y con el apoyo de toda la filial”.
Consultado sobre su responsabilidad penal, Molina Herrera reiteró: “Sí, yo me siento una persona inocente, trabajadora y que respondo a todos mis compañeros”. Finalmente, ante la pregunta de qué mensaje quiere dejar a la sociedad, respondió que su comunicación se dirige principalmente a los afiliados: “A mis afiliados se los dije siempre: yo he trabajado toda mi vida para ellos, 41 años dentro de EPEC, 35 años dentro del gremio. He trabajado siempre para ellos las 24-7”.
Además de las penas principales, el TOF2 impuso condenas de 3 años de ejecución condicional a Alexis Daniel Fidelbo, José Ramón Galván y Martín López, este último con pena unificada con una condena provincial por robo calificado; y de 4 años de prisión para Daniel Edgardo Lozano y Roque Daniel Tapia. En tanto, Yanina Molina, hija del actual secretario general, fue absuelta de todos los cargos.
El tribunal descartó la existencia de una asociación ilícita, figura con la que el fiscal Carlos Casas Nóblega había acusado a la cúpula sindical y sobre la que había pedido penas de hasta diez años. La interpretación judicial se acercó a la utilizada en el fallo del caso Vialidad: los magistrados concluyeron que, si bien hubo directivos que cometieron delitos, esto ocurrió dentro de una estructura lícita, el sindicato, y no a partir de una organización montada con fines delictivos. En materia de lavado, sólo se aplicó la condena a Suárez al entender que, en su caso, las maniobras económicas se vincularon directamente con los hechos de defraudación.
Finalmente, el Tribunal dispuso poner fin a la intervención judicial sobre Luz y Fuerza y sobre el Fondo Compensador para jubilados y pensionados de EPEC. Los fundamentos completos se darán a conocer la próxima semana.