Elevan a juicio la causa contra Fernando Albareda por el crimen de su madre
Por el momento no se definió la fecha en la que iniciará el proceso judicial. El fiscal Juan Pablo Klinger sostuvo que las pruebas «son contundentes» para juzgar a Albareda, acusado de homicidio triplemente calificado y falso testimonio.

La Justicia cordobesa elevó a juicio la causa que investiga a Fernando Albareda por el brutal asesinato de su madre, Susana Montoya, de 74 años, ocurrido el 1° de agosto del año pasado en el barrio Ampliación Poeta Lugones, en Córdoba capital. Así lo confirmó el fiscal Juan Pablo Klinger, quien está a cargo de la investigación. Por el momento, no hay fecha definida para el inicio del proceso judicial.
Albareda, ex dirigente de Derechos Humanos, está imputado por homicidio triplemente calificado y falso testimonio. Desde un primer momento intentó desligarse del caso, señalando como responsables a una supuesta patota parapolicial. Sin embargo, a medida que avanzó la investigación, se convirtió en el principal sospechoso y fue detenido el 8 de agosto del año pasado. Desde entonces, permanece alojado en la cárcel de Bouwer.
En declaraciones al medio El Doce, el fiscal Klinger sostuvo que las pruebas recolectadas a lo largo de la instrucción “son contundentes” y justifican la elevación a juicio. “Se torna inexorable el desarrollo del debate para terminar de dilucidar el caso. A nuestro criterio, las pruebas lo ponen en una situación procesal complicada”, expresó.
Klinger señaló además que, según la investigación, Albareda habría escrito las intimidaciones halladas en su casa para desviar la atención. “Acá hubo amenazas fabricadas por el acusado”, afirmó, y agregó que el imputado se abstuvo de declarar ante la fiscalía.
Respecto al móvil del crimen, el fiscal fue tajante: “Lo movió un apetito desmesurado de riqueza, lo que define su codicia”. Montoya estaba a punto de cobrar una millonaria indemnización como parte de una reparación histórica por el crimen de lesa humanidad de su esposo, Ricardo Fermín Albareda, subcomisario desaparecido en 1979 durante la última dictadura militar.
Klinger también apuntó a factores personales detrás del asesinato. “Estaba movido por un claro resentimiento interno por una historia de vida compleja que lo vinculaba con su madre”, señaló.