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septiembre 16, 2024
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Diego Concha en su última declaración: «He sido calumniado» y negó tener «algún tipo de poder»

En su última palabra ante el tribunal, el exdirector de Defensa Civil, Diego Concha, defendió su inocencia, rechazó las acusaciones en su contra y cuestionó las afirmaciones sobre su supuesto poder e influencia dentro del Estado.

Este martes, antes de que el jurado popular y los jueces de la Cámara Tercera del Crimen de Córdoba deliberaran sobre su destino, Diego Concha, exdirector de Defensa Civil de la provincia, hizo uso de su derecho a la última palabra para defender su inocencia y refutar las acusaciones que lo llevaron a ser condenado a prisión perpetua por el homicidio de la bombera Luana Ludueña.

En una declaración cargada de referencias religiosas, Concha pidió que «Jesucristo ilumine al jurado popular» para que comprendieran lo que realmente sucedió durante los casi 60 días de juicio. A lo largo de su intervención, el exfuncionario se definió como una persona «sencilla, humilde y trabajadora», y negó rotundamente tener algún tipo de poder o pertenecer a un «círculo rojo» dentro del Estado.

«He sido calumniado. Conozco muy bien las perspectivas de género, como padre y abuelo», expresó Concha, quien rechazó las acusaciones de abuso sexual que pesaban en su contra. Según su versión, nunca utilizó su posición para solicitar favores sexuales a mujeres que aspiraban a formar parte del equipo de catástrofes que dirigía. «Se ha dicho que para entrar al equipo técnico de catástrofes tenían que tener algún contacto, relación sexual o de cualquier índole conmigo. Algunas de esas mujeres son hijas de amigos míos, que nos conocemos desde los 15 años», aclaró.

«No le debo nada a la política», declaró Diego Concha

Concha también hizo hincapié en su carrera profesional, destacando que llegó a ocupar su puesto en Defensa Civil por «mérito propio» y no por influencias políticas. «No le debo nada a la política ni la política me debe nada a mí. Soy un bendecido por haber llegado a un estamento del Estado», afirmó. Además, cuestionó las alegaciones sobre su supuesto poder, mencionando que, de haber tenido tanta influencia, habría facilitado un mejor empleo para la madre de sus hijos, quien trabaja como empleada doméstica.

En su intento por humanizar su figura, Concha relató aspectos de su vida personal, subrayando que no lleva una vida lujosa: «No vivo en un country, no ando en un Q5. Me costó mucho comprar una camioneta, peso por peso, después de 22 años de trabajo en el Estado y 7 de empleado municipal en Carlos Paz, más otros trabajos informales».

Con estas palabras, Diego Concha buscó convencer al tribunal y al jurado popular de su inocencia, aunque finalmente, sus argumentos no fueron suficientes para evitar la condena a prisión perpetua por el homicidio de Luana Ludueña. El exfuncionario fue encontrado culpable de abuso sexual seguido de homicidio, en un caso que los jueces calificaron como un ejemplo de violencia institucional dentro de la estructura estatal.