Crimen de Aralí Vivas: su madre, el padrastro y un amigo irán a juicio por abuso, homicidio e incendio
El hecho ocurrió el 1° de noviembre del año pasado en la ciudad de Brinkmann, departamento San Justo. Si bien todavía no se determinó la fecha del juicio, si los acusados son encontrados culpables podrían recibir cadena perpetua.

A casi un año del aberrante crimen que conmovió a toda la provincia, la causa por el asesinato de Aralí Vivas, de 8 años, avanza hacia la etapa de juicio. El fiscal de instrucción de Morteros, Francisco Payges, firmó el pedido de citación a juicio, cerrando la investigación penal preparatoria y dejando a tres personas en el banquillo de los acusados.
Los imputados son Rocío Milagros Rauch (28), madre de la víctima; su pareja, Ezequiel Matías Simeone (33); y un amigo de ambos, Cristian Hernán Varela (40). La acusación que pesa sobre ellos es de extrema gravedad: abuso sexual con acceso carnal agravado por la edad de la víctima y por la participación de más de una persona, homicidio criminis causa (cometido para ocultar otro delito) y, en el caso de Simeone, incendio intencional, por haber prendido fuego la vivienda con el presunto objetivo de destruir evidencias.
El cuerpo de Aralí fue hallado el 1° de noviembre de 2024, tras el incendio de la casa familiar en Brinkmann. Una vez controlado el fuego, los peritajes confirmaron que la niña había sido víctima de una brutal agresión sexual y posteriormente asesinada. Según la reconstrucción judicial, cámaras de seguridad captaron movimientos sospechosos en la madrugada del crimen: Simeone y Varela entraron y salieron de la vivienda en varias ocasiones hasta que, finalmente, se inició el incendio.
Uno de los datos más escalofriantes del caso fue que los hermanitos menores de Aralí permanecieron dentro de la casa, junto al cuerpo sin vida, durante varias horas, hasta que las autoridades intervinieron.
Un contexto de violencia y desprotección
El caso no solo conmocionó por la atrocidad del hecho en sí, sino también por el contexto familiar y social que lo rodea. La madre de la niña, hoy acusada como partícipe necesaria, estaba bajo seguimiento de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf), que había autorizado semanas antes la revinculación de los niños con la pareja Rauch-Simeone, pese a los antecedentes de consumo problemático y situaciones de violencia.
Tras el crimen, Senaf enfrentó duras críticas por su accionar y se inició una investigación interna para evaluar su intervención en el caso. Organizaciones sociales, familiares y vecinos cuestionaron fuertemente el fallo en los mecanismos de protección infantil.
El juicio, todavía sin fecha confirmada
El juicio oral se desarrollará en la Cámara del Crimen de San Francisco, aunque todavía no se ha definido la fecha de inicio. Los tres acusados enfrentarán cargos que podrían derivar en penas de prisión perpetua, en uno de los hechos más estremecedores de los últimos años en Córdoba.