El expresidente y candidato republicano Donald Trump resultó herido ayer, luego de que un individuo efectuara varios disparos durante un acto de campaña en la ciudad de Butler, Pensilvania, aunque al cierre de esta edición se encontraba fuera de peligro.

Trump, quien se dio vuelta al oír los tiros, se tomó la cabeza, se agachó y en apenas segundos quedó cubierto por agentes del Servicio Secreto, la fuerza encargada de la custodia del Presidente y exjefes de Estado, detrás del atril donde le hablaba a una multitud. “¿¡Estamos bien!?”, se escuchó gritar a uno de los agentes. “¡Disparador abatido!”, confirmó otro. “¡Movámonos, movámonos!”, ordenó otro. Trump se puso de pie, pidió sus zapatos y antes de que lo sacaron les dijo a los agentes que esperaran. Con una oreja ensangrentada, Trump levantó un puño. “¡Luchen! ¡luchen!”, pareció decirle a la multitud mientras dejaba el escenario.

Rodeados por francotiradores, los agentes llevaron a Trump hasta una camioneta negra para trasladarlo a un centro médico. Trump volvió a levantar su puño antes de treparse al automóvil, en medio de gritos, vítores y aplausos.

Herido en una oreja

Posteriormente, Trump emitió un comunicado en el que agradeció a las fuerzas de seguridad por la “rápida” actuación tras el intento de asesinato, y confirmó que una bala “perforó” la parte superior de su oreja derecha.

Uno de sus voceros, Steven Cheung, confirmó después en un comunicado que Trump estaba bien y era atendido en un centro médico.

“El presidente Trump agradece a las fuerzas del orden y a los socorristas por su rápida acción durante este acto atroz”, dijo Cheung.

“Está bien y está siendo examinado en un centro médico local. Más detalles seguirán”, agregó.

El fiscal de distrito del condado de Butler, Richard Goldinger, precisó que el tirador fue abatido, otro asistente al acto de campaña también murió y una tercera persona se hallaba gravemente herida.

Además, se supo que el atacante disparó desde fuera del recinto del mitin del candidato republicano.

Fuerzas policiales indicaron que el incidente es investigado como un intento de asesinato al expresidente.

El presidente Joe Biden, quien se encontraba descansando con su familia en su residencia en Rehoboth, en Delaware, mantuvo una reunión con varios funcionarios, incluido el secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas, para ser informado sobre el tiroteo, y luego condenó el hecho. Biden, rival de Trump en las elecciones presidenciales de noviembre, dijo que la investigación estaba abierta, y no tenía aún toda la información.

“No hay lugar en Estados Unidos para este tipo de violencia”, dijo Biden. “Es enfermizo. Es enfermizo. Es una de las razones por las que tenemos que unir a este país. No podemos permitir que esto esté sucediendo. No podemos seguir así. No podemos tolerar esto”, insistió.

Biden dijo que había intentado hablar con Trump, pero el expresidente estaba con sus médicos, y dijo que intentaría comunicarse con él más tarde.

Varios líderes globales, incluidos el presidente Javier Milei y la exvicepresidenta Cristina Kirchner condenaron el tiroteo.

Los hechos

Trump le hablaba a a una multitud en un acto de campaña en Butler y mostraba un gráfico con los cruces de inmigrantes en la frontera sur de Estados Unidos cuando se escucharon varios disparos. Trump, quien usaba una de gorra roja con su slogan “Make America Great Again”, se tomó una oreja y se agachó mientras varios agentes del Servicio Secreto corrieron a protegerlo.

Unos segundos después, Trump se puso de pie, ya sin su gorra, despeinado y ensangrentado, y dejó el escenario rodeado por los agentes.

Un hecho que cambió totalmente el escenario electoral cuando Biden ocupaba el primer plano

El tiroteo conmocionó a Estados Unidos en el arranque de la campaña presidencial. Donald Trump había quedado en un segundo plano en las últimas semanas, cuando la atención mediática estuvo casi exclusivamente sobre el presidente Joe Biden, la crisis de su campaña, su cruzada para salvar la candidatura y las divisiones a cielo abierto entre los demócratas.

Pero el mitin de Trump en Pensilvania era el prólogo de una semana de enorme importancia para su campaña: a partir de mañana, los republicanos se reúnen en Milwaukee, Wisconsin, para coronarlo una vez más como su candidato presidencial en la Convención Nacional Republicana, que por tercera vez consecutiva será un verdadero ‘Trumpfest’, una congregación más acorde a la de un culto con devoción infinita por su líder que a un partido político. Antes de la Convención, Trump tenía previsto revelar quién sería su compañero de fórmula, la decisión más crítica que debe tomar antes de la elección presidencial del 5 de noviembre.

Todo quedó ahora trastocado de una manera impensada por un ataque del que todavía se desconocen todos los detalles, incluido la identidad del agresor y sus motivos.

El ataque ocurrió en un momento de la campaña en la cual Trump parecía notablemente fortalecido, posicionado como el favorito para ganar la elección contra Biden y regresar a la Casa Blanca para un segundo mandato.

En las semanas antes del ataque de ayer a la tarde, Trump había recorrido un sendero de buenas noticias. El muy controvertido fallo de la Corte Suprema de Justicia sobre inmunidad presidencial puso un virtual punto final a su saga judicial. Y, a diferencia de 2020, cuando la pandemia del coronavirus arrasó con el mundo y su reelección, el foco de la campaña ahora estaba puesto sobre Biden, su salud mental, su vitalidad y su capacidad para cargar con el peso de la presidencia de Estados Unidos otros cuatro años. Trump y su equipo de campaña querían que la elección fuera un plebiscito sobre Biden, y no sobre Trump. De momento, lo han conseguido.

Pese a haber sido declarado culpable por un jurado en Nueva York –que lo convirtió en un “criminal convicto”–, sus otras tres causas judiciales, el asalto trumpista al Congreso del 6 de enero de 2021, sus acusaciones falsas de fraude en la elección de 2020, los dos impeachment durante su presidencia y la larga lista de polémicas que acumuló en su carrera política y, antes, como empresario, Trump estaba en una posición inmejorable para lanzar su última ofensiva en la recta final de la pelea por la Casa Blanca.

El ataque ahora sacudió y conmocionó a un país profundamente dividido en medio de una campaña áspera que ahora quedó hundida en una incertidumbre inédita por la violencia.

El FBI identificó al tirador de Donald Trump

Se trata de Thomas Matthew Crooks, un joven de 20 años.

El FBI de los Estados Unidos identificó a Thomas Matthew Crooks, un joven de 20 años, como el presunto autor de los disparos en el acto de campaña de Donald Trump en Butler, Pensilvania, donde el ex mandatario resultó herido en la oreja.

El sospechoso, que fue abatido por las fuerzas de seguridad, residía en Bethel Park, una localidad situada en la zona metropolitana de Pittsburgh, aproximadamente a 70 kilómetros de Butler.

Según informó el periódico Pittsburgh Tribune-Review, Crooks se graduó en 2022 de la escuela secundaria Bethel Park y recibió un «premio estrella» de US$500 de la Iniciativa Nacional de Matemáticas y Ciencias.

En los registros de votantes del estado figura que el agresor era un republicano afiliado, pero la agencia Reuters detalló que a sus 17 años hizo una donación de US$15 dólares a ActBlue, un comité de acción política que recauda dinero para políticos demócratas y de izquierda.

El padre del joven abatido, Matthew Crooks, de 53 años, en declaraciones a la cadena CNN reveló que intentaba averiguar qué había sucedido y que no hablaría hasta conversar con la Policía.

En pleno acto de campaña, Crooks portaba «un rifle estilo AR» y habría disparado desde un edificio a unos cientos de metros de distancia del lugar.

El agente especial Kevin Rojek reveló que el joven no llevaba identificación y que debieron utilizar el ADN para identificarlo formalmente.

En un comunicado, el FBI informó que la investigación sigue activa y en curso.

Las autoridades han solicitado a cualquier persona con información relevante que pueda ayudar en la investigación que envíe fotos o videos a través de internet.

Las autoridades investigan la motivación del atacante, quien disparó a Trump desde el tejado de una edificación cercana al evento que el sábado encabezó el ex presidente estadounidense.