Sube el precio del combustible por el conflicto en Medio Oriente
Desde la medianoche del viernes 21 de junio, algunas petroleras privadas iniciaron un ajuste del 5% en los precios de nafta y gasoil.

El precio de los combustibles en Argentina comenzó a registrar nuevos aumentos en los surtidores, impulsado por la escalada del precio internacional del crudo Brent, principal referencia para el mercado local. El conflicto en Medio Oriente y la incertidumbre geopolítica global repercuten de forma directa en los costos de importación de petróleo y refinados.
Desde la medianoche del viernes 21 de junio, algunas petroleras privadas iniciaron un ajuste del 5% en los precios de nafta y gasoil. Puma fue la primera en aplicar la suba, y se espera que Shell lo haga en las próximas horas. Mientras tanto, la petrolera estatal YPF —que concentra alrededor del 60% del mercado— aún no modificó sus valores, aunque se prevé una actualización inminente.
El aumento responde a la presión ejercida por los valores del crudo, que vienen registrando subas sostenidas en los mercados internacionales, en un contexto marcado por tensiones bélicas, especulación financiera y alteraciones en la cadena de suministros global.
Además del alza del Brent, otros factores que inciden en los precios en surtidor son los costos de los biocombustibles —como el bioetanol y el biodiésel, que también se incrementaron recientemente— y el tipo de cambio. Aunque la carga impositiva sobre los combustibles no ha variado en las últimas semanas, la combinación de estos elementos presiona al alza los precios finales.
Más allá de su impacto directo en los consumidores, el aumento del combustible también repercute en el transporte de cargas, el abastecimiento de productos y, en última instancia, en el costo de vida. Cada ajuste en los combustibles se traduce en una presión adicional sobre la inflación y los precios minoristas.
Mientras tanto, el encarecimiento del petróleo podría representar un ingreso fiscal adicional por exportaciones de crudo, dado que Argentina también es productora. No obstante, esa ganancia macroeconómica no compensa el efecto negativo que siente el consumidor común y las pymes en su economía diaria.
Con este nuevo incremento, se acumulan varios ajustes desde comienzos de año, configurando una tendencia de subas periódicas que reflejan la volatilidad del mercado internacional y las tensiones locales en el sector energético.