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noviembre 21, 2024
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La inflación de julio registró el 4%: la cifra más baja del año

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio marcó un incremento del 4%, el más bajo en lo que va del año 2024. Con esta cifra, la inflación interanual se ubicó en un 263,4%, mientras que el acumulado de los primeros siete meses alcanzó el 87%. A pesar de la desaceleración, sectores como restaurantes, hoteles, bebidas alcohólicas y tabaco lideraron las subas mensuales.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que la inflación de julio alcanzó un 4%, constituyendo la cifra más baja del año 2024 y superando así el registro de mayo, que había sido del 4,2%. Este dato confirma una tendencia a la desaceleración que ya se vislumbraba en las proyecciones de diversos analistas y que el propio ministro de Economía, Luis Caputo, había anticipado en un encuentro con agentes del mercado de capitales.

Con este resultado, la inflación acumulada en los primeros siete meses del año se sitúa en un 87%, mientras que la variación interanual alcanzó el 263,4%. Si bien estas cifras siguen reflejando un escenario económico complejo, la desaceleración en el aumento de precios de julio marca un punto a favor en los esfuerzos del gobierno para controlar la inflación, un objetivo prioritario desde el inicio de la gestión de Javier Milei.

La desaceleración y sus implicancias

El dato de julio representa una continuidad en la tendencia a la baja que comenzó a observarse después del abrupto aumento de precios registrado en enero, cuando la inflación mensual alcanzó un 20,6%, el pico más alto en tres décadas. Desde entonces, el índice ha mostrado una caída sostenida, con algunos repuntes menores, como el 4,6% de junio, antes de estabilizarse en el 4% de julio.

La desaceleración de la inflación tiene varias implicancias para la economía argentina. En primer lugar, ofrece un respiro en el poder adquisitivo de los consumidores, que ven cómo los aumentos de precios se moderan, aunque el impacto acumulado sigue siendo significativo. En segundo lugar, permite al gobierno y al Banco Central ajustar sus políticas monetarias y fiscales con mayor precisión, evitando medidas drásticas que podrían afectar el crecimiento económico.

Comportamiento de precios por sector

A pesar de la cifra general moderada, no todos los sectores de la economía experimentaron la misma evolución. Según el informe del Indec, las categorías de restaurantes y hoteles, junto con bebidas alcohólicas y tabaco, fueron las que registraron los mayores aumentos durante julio, con subas mensuales del 6,5%. Estas cifras contrastan con el incremento del 3,2% en alimentos y bebidas no alcohólicas, que es una categoría clave para el consumo masivo.

Este comportamiento dispar refleja las diferencias en la estructura de costos y la demanda de los distintos sectores. Mientras que la alimentación se mantiene como una necesidad básica y, por lo tanto, sufre menos variaciones abruptas, los sectores de servicios como hoteles y restaurantes han experimentado mayores presiones inflacionarias debido al aumento en los costos de insumos y la estacionalidad.

Proyecciones y expectativas

El ministro de Economía, Luis Caputo, destacó que “julio tendrá la inflación más baja en lo que va del año” y atribuyó este resultado a las medidas adoptadas por el gobierno para estabilizar la economía. En este sentido, el vocero presidencial Manuel Adorni añadió que «la inflación es un tema que, desde lo técnico, está terminado porque hicimos todo lo que había que hacer para solucionarla». No obstante, el camino hacia una inflación más baja y estable sigue siendo largo y desafiante.

Las proyecciones para los próximos meses son cautelosamente optimistas. Los analistas del mercado, consultados en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, habían anticipado una inflación del 3,9% para julio, cifra que no se aleja mucho del 4% finalmente registrado. Se espera que esta tendencia de desaceleración continúe, aunque todo dependerá de la evolución de variables clave como el tipo de cambio, los precios internacionales de los commodities y las decisiones de política económica del gobierno.

En conclusión, el 4% de inflación registrado en julio es un dato positivo en un contexto económico marcado por la volatilidad y la incertidumbre. Sin embargo, los desafíos estructurales que enfrenta la economía argentina, incluyendo la alta inflación acumulada y las expectativas de los mercados, indican que el proceso de estabilización será largo y requerirá de esfuerzos sostenidos tanto en la política económica como en la gestión fiscal.