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marzo 12, 2025
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La fuerte suba de la carne saca de escuadra la baja inflacionaria

En Córdoba, el alimento subió 9% en febrero. Los incrementos ocurridos en las últimas tres semanas impactarán en el Índice de Precios al Consumidor que emitirá el Indec este viernes. Pero no es lo único que sube, aunque sí lo hizo de manera más significativa.

La fuerte suba de los precios de la carne tendrán dos impactos contundentes: uno que importa más al Gobierno y que está vinculado con el efecto sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que el Indec dará a conocer este viernes y al que le fijará un piso importante.

Como se sabe, los cortes vacunos tienen un impacto significativo sobre la estadística de precios debido a la canasta alimentaria configurada para ese relevamiento estadístico. Allí, basado en la histórica relevancia que la carne tiene para “la mesa de los argentinos” su ponderación es elevada; aun cuando esa realidad cambió significativamente en los últimos años a partir del desequilibrio entre precios e ingresos. Y esto último será parte del segundo efecto esperado que es una mayor retracción del consumo. Cuando los ingresos intentan acompañar la inflación, aquellos precios que rompen con la media quedan más lejos del alcance y por ende son menos consumidos. Es lo que ocurre habitualmente en cada escalada de los cortes vacunos. Al menos por un tiempo, la demanda se resiente. La sensación de los últimos años es que, cada vez que eso ocurre, la recuperación nunca es total y va quedando un desnivel cada vez mayor entre lo que fue el consumo histórico de carne vacuna en Argentina y el contexto actual.

En materia de fundamentos, los aumentos tuvieron una recomposición luego de lo que el sector denominaba un atraso de los precios a lo que luego se sumaron las lluvias abundantes en muchas zonas ganaderas que dificultaron el movimiento de hacienda. El resultado, según explican, fue que cayó temporalmente la oferta y que eso recalentó algo más los precios. Si la situación climática tiende a normalizarse, los valores deberían retroceder levemente. De todos modos, en las últimas tres semanas la suba más importante tuvo como fundamento la recomposición de valores en la cadena y no las lluvias.

Ahora bien, si se toman los valores de los cortes vacunos más populares que el Indec publicó por última vez, que corresponden al IPC de enero, y se los compara con lo que dicen las pizarras actualmente en las carnicerías, las diferencias superan el 30 por ciento o incluso más, dependiendo la boca de expendio que se tome.

De acuerdo al Instituto de Estadísticas, el kilo de asado en enero costaba 9.152 pesos cuando ahora en las carnicerías se ubica en torno a los $13 mil. El mismo informe de precios de enero mostraba que el kilo de cuadril costaba $10.550 y hoy ronda los $13.800. Finalmente, la nalga, que estaba publicada en $11.147 ahora no se consigue casi por debajo de los $14 mil. Sin embargo, es bueno aclarar que no todo ese salto se verá reflejado el viernes debido a que una parte importante del aumento sí se dio en febrero, pero hubo un último incremento del orden del 5 al 10 por ciento que se aplicó en lo que va de marzo, especialmente el vinculado a las lluvias. De todos modos, el movimiento de la carne será importante y se convertirá en uno de los argumentos del alza del IPC.

Los datos del REM

Algo de esto están intuyendo las principales consultoras económicas que son parte del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que ayer publicó, como es habitual, el Banco Central. Allí se toman las consultoras con mayor grado de acierto en materia de inflación (el top 10) y se consulta sobre el valor de febrero. Según esas empresas, el IPC de febrero estaría en torno al 2,3%. Cuando un mes atrás les preguntaron a esas mismas empresas por lo que esperaban en febrero, respondieron 1,9%; es decir, ajustaron al alza sus expectativas, en parte por el impacto de la carne. Si estas consultoras aciertan, se vería un quiebre en la tendencia decreciente del IPC ya que enero terminó con el 2,2% de inflación. De todos modos, hacia adelante, esas 10 empresas aseguran que la caída del IPC seguirá siendo la tendencia para llegar a agosto con el 1,4% de inflación. Esta revisión de febrero ubicó algo más tarde la expectativa de la inflación mensual comenzando con 1: ahora las consultoras creen que será abril el primer mes del año en perforar el piso del 2%.