Gracias a Vaca Muerta, Argentina volvió a niveles de producción de petróleo de 1999 y de gas, de 2004
Las inversiones en el yacimiento no convencional empezaron a dar resultados palpables para la economía del país, especialmente en la balanza comercial. Hasta aquí, se logró recuperar todo el terreno perdido en 2 décadas.

Por Gonzalo Dal Bianco
Hay una buena noticia desde el punto de vista productivo y económico en la Argentina: la producción de petróleo y gas se encuentra en niveles récords para el país y en tendencia alcista, por ahora lejos del techo. Sin embargo, al mismo tiempo se observa que toda esa mejora surgida desde Vaca Muerta y las inversiones que en los últimos años se realizaron tanto en la producción como en el transporte, permitió recuperar recién todo el terreno perdido en lo que va de este Siglo. Es que, en el caso del petróleo, el país acaba de superar la marca de 1999, cuando se alcanzó los 45,6 millones de metros cúbicos. Al finalizar 2025 la estimación es que se logre llegar a los 46 millones de metros cúbicos. En el caso del gas ocurre algo similar: entre 2003 y 2008 el país superó siempre la barrera de los 50 mil millones de metros cúbicos para luego ingresar en la pendiente que también siguió el petróleo. Recién el año pasado volvió a superar aquella línea de los 50 mil millones de metros cúbicos de gas y para este año se espera llegar a los 53 mil millones.
Es decir, la buena noticia de las marcas récords incluye también un pasado reciente de crisis energética que impactó de lleno en las cuentas públicas por el severo déficit comercial, por la necesaria importación de gas, petróleo y hasta energía eléctrica, y luego internamente por el abultado monto destinado a subsidiar los servicios, incluyendo allí a sectores acomodados de la población, durante muchos años. Todo eso tuvo un costo elevadísimo que, a partir de inversiones estratégicas y la maduración de la cuenca no convencional de Vaca Muerta, comenzó a revertirse. Aquel pasado reciente con el sector energético como mochila, ahora se transformó en un motor importante que promete acompañar al complejo agroindustrial en los próximos años como sustento económico.
En ese punto el desempeño exportador explica por qué el complejo petrolero-petroquímico emerge sostenidamente como el segundo complejo exportador del país desde el año pasado. Dentro de este grupo, las exportaciones de petróleo y gas ya representan más del 13% de las exportaciones argentinas en lo que va del año. Dicha proporción era menos del 6% en 2020 y apenas el 3,7% en 2015. Así, la participación del petróleo y gas en las exportaciones es la más alta en 19 años.
En la misma línea, la participación de la energía en las importaciones nacionales viene cayendo sostenidamente. Luego del pico del 2022, en donde representaron casi el 16% de las importaciones, dicha proporción cayó sostenidamente y hoy se ubica en menos del 5% de lo importado en Argentina para esta primera mitad del 2025, un mínimo de 21 años.
Las inversiones en el sector petrolero junto con el crecimiento en la infraestructura de transporte de hidrocarburos vienen apuntalando el desarrollo de Vaca Muerta y de la energía argentina año tras año. Con desafíos e inmensas oportunidades, el sector energético argentino espera seguir ganando protagonismo en la economía nacional.