Casi el 91% de los cordobeses financió la compra de alimentos en octubre
Casi el 40% lo hizo con tarjetas de crédito mientras que un porcentaje similar hizo uso del fiado en los comercios de cercanía. Un 11% admitió que pidió dinero prestado para alguna compra.

Por Gonzalo Dal Bianco
Un indicador que refleja con crudeza el deterioro del poder adquisitivo es sin dudas la financiación de las compras en supermercados o almacenes de barrio, una práctica que a partir del 10 o el 15 de cada mes comienza a masificarse, según advierten los comerciantes.
Pero el Centro de Almaceneros de la Provincia le puso cifras a esa situación: casi el 91% de los cordobeses debió recurrir a algún tipo de financiación en octubre para afrontar las compras de alimentos y artículos de primera necesidad en general.
De esa porción muy mayoritaria de clientes, casi el 40% utilizó tarjetas de crédito para abonar en el local, mientras que un porcentaje similar utilizó el fiado que aún sigue vigente para algunos clientes en los locales de barrio. Un 11%, en tanto, admitió que pidió dinero prestado a alguien cercano para afrontar la compra. Apenas un 9% de los consultados dijo que pudo cubrir sus compras con recursos propios. Vale destacar que, según los almaceneros, el fiado tiene un nivel de incidencia del 37% en las ventas.
Octubre fue, además, un mes particular por la volatilidad del tipo de cambio ocurrida en la previa de las elecciones y el parcial traslado a precios que los almaceneros detectaron, lo que intensificó el impacto en los bolsillos para esa altura del mes. En ese sentido, el Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE) del Centro de Almaceneros remarcó que la inflación “se ubicó en 2,3%, reflejando en gran parte los efectos de la volatilidad cambiaria preelectoral”. Y agregó: “La dinámica de precios estuvo marcada por una nueva fase de inestabilidad en el tipo de cambio, que mostró un breve descenso en las 24-48 horas posteriores a las elecciones legislativas, para luego recuperar terreno y ubicarse en el límite superior de la banda de flotación”.
Para el IETSE, en la segunda quincena del mes se registró un traslado parcial a precios (pass-through) de las variaciones del dólar, sin que haya afectado completamente a los bienes esenciales. Aun así, el rubro Alimentos y bebidas sin alcohol, de mayor ponderación en el índice de precios, mostró un incremento del 2,8%, impulsado por alzas en lácteos (5%), carne vacuna (7%), aceites, harinas y farináceos (7%), entre otros. Este comportamiento, combinado con aumentos en otros rubros, explica la leve aceleración inflacionaria respecto del mes anterior que había arrojado un 2,2%.
Lo cierto es que la pérdida del poder adquisitivo impacta de lleno en los comercios, que resignan ventas mes a mes. De hecho, de acuerdo al informe del IETSE, en el acumulado de los 10 primeros meses del año frente al mismo período de 2024, se observa un retroceso del 22,4% en ventas, “explicado por el crecimiento sostenido de los precios por encima de los salarios”, indica el trabajo de Almaceneros.
Y cierra: “La persistencia inflacionaria, que difícilmente vuelva a perforar el piso del 2% mensual en lo que resta del año – considerando los aumentos previstos en tarifas de gas y servicios públicos – continuará erosionando el poder adquisitivo y restringiendo el consumo interno”.