Ya son cinco las denuncias por estafas con criptomonedas en Alta Gracia: estiman que hay 3.000 damnificados

La reciente estafa relacionada con un esquema Ponzi y criptomonedas en San Pedro, provincia de Buenos Aires, ha tenido repercusiones en Córdoba, específicamente en la ciudad de Alta Gracia. La modalidad delictiva se llevó a cabo a través de Dream Team, una “fundación” que operaba con la misma plataforma RainbowEX, vinculada a la entidad Knight Consortium, responsable de defraudar a miles de personas en la localidad bonaerense.

Hasta el momento, la Fiscalía de Instrucción de Alta Gracia ha recibido cinco denuncias formales contra Dream Team. Sin embargo, se estima que al menos 3,000 personas podrían haber estado involucradas en este esquema Ponzi, lo que podría multiplicar el número de damnificados.

Daniela Ferrari y Axel Aurich, abogados que representan a cinco de los afectados, han señalado que esperan un aumento en las denuncias en los próximos días. Según Ferrari, muchos afectados han optado por no denunciar, pero las estafas varían considerablemente, con montos que oscilan entre 50,000 pesos y 200,000 dólares. Uno de los casos más alarmantes involucra a una persona que solicitó un crédito personal por 8 millones de pesos para ingresar al esquema.

De acuerdo a lo que precisado por los abogados en conversación con el medio local AGNoticias, este lunes se presentaron las dos primeras víctimas que se animaron a denunciar. «Fueron la pieza fundamental para que la Fiscalía de Alta Gracia pueda comenzar con la investigación», señaló Ferrari. Por la mañana de este miércoles se informó que ya se sumaron otras tres presentaciones judiciales.

«Es un delito bastante complicado porque es una organización delictiva muy grande que tiene a muchos vecinos implicados y que tiene un conexión directa con San Pedro. Como así también hay muchas víctimas en la ciudad que claramente han sido estafadas», se explayó Ferrari.

«Hay personas que pusieron desde 10 mil pesos hasta 15 o 20 mil dólares. Son personas que las estafaron con un ardid y engañados, prometiéndoles ganancias del 1 al 3% diario. Montos que nunca llegaron a pagar y no recuperando el dinero invertido», expresó Aurich.

Además, cabe agregar que desde la organización delictiva están solicitando un nuevo monto de 88 dólares para poder reactivar la plataforma: «Nuestros clientes no han abonado justamente porque ya no confían. La plataforma está bloqueada por 14 días y previo a esto habían largado una nueva moneda que podía darte mucho más inversión que no existe».

Como si fuera poco, en Alta Gracia se está llevando a cabo una investigación interna dentro de la policía por esta presunta estafa con criptomonedas. La situación ya fue elevada al Tribunal de Conducta de la Policía de Córdoba.

La diferencia con el caso de San Pedro

Alta Gracia, [fecha] — A diferencia de lo ocurrido en San Pedro, donde el esquema Ponzi fue llevado adelante con una empresa llamada Knight Consortium, en Alta Gracia la situación se presentó a través de una fundación llamda Dream Team que utilizaba las mismas plataformas de criptomonedas. Esta entidad ofrecía rendimientos llamativos del 1% al 3% diarios en dólares, atrayendo a numerosos “inversores” con promesas de ganancias rápidas.

Daniela Ferrari, abogada de varios damnificados, destacó que los representantes de esta fundación estuvieron presentes en la conocida cena en la que participaron actores polacos, lo que les brindó un aire de legitimidad ante potenciales inversores. La fundación organizaba diversas actividades sociales, como cenas y meriendas en clubes y bares de Alta Gracia, con el objetivo de captar nuevos aportantes.

El modelo de negocio también incluía un sistema de reclutamiento: se pedía a los “inversores” que invitaran a más personas a unirse, generando así mayores rendimientos para quienes ya estaban involucrados. Este enfoque ha sido característico de los esquemas Ponzi, donde la sostenibilidad depende de la continua entrada de nuevos fondos.

Además, la fundación exigía a los nuevos ingresantes que donaran el 5% de las ganancias obtenidas como “donación” para obras de caridad, un aspecto que se utilizaba para atraer a personas con buenas intenciones y, al mismo tiempo, legitimizar su actividad.