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septiembre 19, 2024
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Imputaron a tres militares del Ejército por el «bautismo» con cal viva

La medida fue ordenada por el fiscal federal Carlos Casas Nóblega, por lesiones leves y abuso de autoridad militar. Los acusados son un teniente coronel, un mayor y un cabo 1°. No se descartan más imputaciones.

El fiscal federal Carlos Casas Nóblega ordenó este jueves la imputación de tres militares del Ejército Argentino por el polémico «bautismo» con cal viva realizado el pasado mes de mayo en el Regimiento 14 de Paracaidistas del Tercer Cuerpo de Ejército en Córdoba. Los cargos imputados incluyen lesiones leves y abuso de autoridad militar.

Los imputados han sido identificados como el teniente coronel Exequiel Poma, el mayor Eduardo Paván y el cabo 1° Mario Ortega.

El incidente, captado en un video que forma parte de la investigación, muestra a aproximadamente 35 soldados con una rodilla en tierra mientras se les arroja cal viva en la cara, cubriéndolos con un polvo blanco en un ritual de finalización del curso de paracaidistas. Cada soldado respondía al grito de su superior con un enérgico «¡Siempre!».

El Ministerio de Defensa suspendió a 11 oficiales

Desde el Ministerio de Defensa Nacional, liderado por Luis Petri, se han tomado medidas disciplinarias contra un total de 11 personas involucradas, entre ellas un oficial jefe, dos oficiales subalternos, seis suboficiales y dos soldados voluntarios, quienes han sido suspendidos mientras avanza la investigación.

Fuentes del Ministerio de Defensa aseguraron que el hecho ha sido considerado grave, aunque subrayaron que se trata de un evento aislado y no refleja prácticas institucionales vigentes.

Cabe señalar que esta práctica fue prohibida por las autoridades de Defensa desde mediados de 2022, luego de la muerte en Paso de los Libres (Corrientes) del subteniente Matías Chirino (22) por excesiva ingesta de alcohol. En ese episodio, más de 20 efectivos resultaron lesionados: les arrojaron cal viva en la cara junto con un “baño” de sidra, según fuentes con acceso a la denuncia.

¿Cómo comenzó la investigación?

La investigación por el hecho ocurrido en mayo se inició a partir de una denuncia de un anónimo en representación de un tercero (que sería un amigo). El fiscal Maximiliano Hairabedian recibió el expediente y, según La Voz, fue remitida luego por razones de turno al fiscal federal Carlos Casas Nóblega.

En la Justicia aseguran que actualmente la investigación se encuentra en estado «embrionario».

En conversación con Marca Informativa Córdoba, el abogado Jerónimo Argarañaz, que asiste legalmente al denunciante, asegura que hay resistencia entre los damnificados a brindar testimonio porque un alto mando del Ejército amenazó con represalias si notificaban a la ART o a la Justicia de lo ocurrido.

«Por eso los chicos están totalmente aterrados con miedo, no quieren saber absolutamente nada de lo sucedido porque tienen miedo a las represarias, ya sean físicas, psíquicas y ver mermada su posibilidad de continuar en la carrera militar», sostuvo el letrado.

¿Cómo ocurrió este brutal «bautismo»?

Argarañaz relató que todo ocurrió el 17 de mayo, donde se les ordenó a unos 35 egresados de un curso de paracaidismo en el Regimiento 14 de Paracaedismo, formarse en fila y arrodillarse.

En estas circunstancias, mientras iban pasando uno a uno, debían gritar «¡Paracaidista!» y, cuando quedaban con la boca abierta, les propinaban un polvo, que en principio era harina, como así siempre fueron todos los rituales, y un chorrito de sidra en la cabeza.

Sin embargo, el abogado denunciante afirma que en esta circunstancia en particular, en cambio de suministrar la harina, le terminaron tirando cal, que se activó con la humedad de los ojos, de las mucosas de la nariz y boca, y haberlo inhalado llegando a las vías respiratorias, con lo cual produjo una gran afección en todos los paracaidistas.

Imagen ilustrativa.

Argarañaz sostiene que «no cabe la posibilidad de que esto sea un error» y que, de haberlo, se incurre en una cuestión doloza. «¿Cómo puede ser que no se hayan advertido al tercero, cuarto, quinto paracaidista que le están tirando un producto que nocivo para la salud, como la cal, que es distinto a la harina?», se pregunta el letrado.

El defensor también destaca que quienes llevaban a cabo este ritual mostraron indiferencia por aquellos que ya habían recibido la cal en su cuerpo: «A los que ya le habían suministrado cal, iban tosiendo, quejándose, vomitando y teniendo náuseas. Entonces, culminaron con los 35 sin importarles».