En medio de la tensión entre EE.UU. y China, la soja cayó $35 mil en un día
El mercado local tuvo un recorte importante en el valor, mientras los cruces entre las dos potencias mundiales siguen escalando con la oleaginosa como pieza central. En Chicago, hubo leves bajas. Brasil aprovecha y crece.

Por Gonzalo Dal Bianco
En apenas 24 horas, la cotización de la soja en la pizarra de Rosario pasó de $499 mil la tonelada a $465 mil ayer. El cimbronazo se dio en paralelo a una caída del precio en Chicago y en medio de una escalada de la tensión entre Estados Unidos y China por el intercambio comercial.
La complicación extra para la Argentina está relacionada con la relevancia comercial que tiene China, segundo socio comercial detrás de Brasil; y la estrecha alineación política que la Casa Rosada definió con la Casa Blanca. En esas aguas turbulentas, el principal producto de exportación argentino, que es la soja y sus derivados, se encuentra como uno de los centros de tensión de las dos máximas economías mundiales.
China acaba de dar un giro en sus compras y en vez de adquirir cargas del poroto norteamericano, envió buques a puertos argentinos aprovechando el “hot sale” de la baja de retenciones. Eso apuntaló la tensión de la que Argentina quedó como protagonista.
De hecho, Trump alertó a China que si no compra soja a los farmers estadounidenses, las represalias comerciales serán de magnitud. Mencionó incluso que dejaría de adquirir aceite de cocina del gigante asiático.
“Después de siete años logramos los primeros barcos de harina de soja y recuperar el mercado de aceite de soja. Hay acuerdo de maíz y trigo, pero no están autorizados aún. El comercio podría diversificarse e incrementarse. Por lo tanto el mercado chino para nosotros es importante”, deslizó ayer Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) y el Centro de Exportadores de Granos (CEC), representante central de las cerealeras. El empresario dejó así un mensaje sobre la relevancia que tiene China para el país en medio de los trascendidos sobre las supuestas exigencias de EEUU para “correr a China de los negocios en Argentina”. Idígoras dejó en claro que eso sería ruinoso para la producción agropecuaria.
Lo cierto es que, luego de valores sostenidos cercanos a los $500 mil la tonelada desde que se aplicó la fugaz eliminación de retenciones, la baja de ayer fue la más significativa y en el mercado observan con detenimiento la relación de oferta y demanda. Vale recordar que las exportadoras deben comprar los granos que declararon y no tenían, pero también hay que recordar que tienen un año para hacerlo.
Mientras tanto, ayer la soja terminó la rueda de Chicago con ligeras bajas, en el día en que entraron en vigor las sobretasas portuarias dispuestas en abril por la Casa Blanca contra los buques relacionados con China –por propiedad, operación o construcción– que atraquen en puertos de Estados Unidos y la medida espejo dispuesta por el gobierno chino contra los barcos estadounidenses que arriben a terminales de China.
Estas medidas no sólo acentuarán el enfrentamiento entre ambas potencias, sino que encarecerán el comercio bilateral que, igualmente, en el caso de la soja sigue clavado en cero toneladas, para desventura de los farmers. Todo esto mientras sigue vigente la amenaza de Trump con aranceles adicionales del 100% desde el 1º de noviembre contra los bienes chinos importados y cuando se presume que aún podría darse el cónclave con el presidente de China, Xi Jinping, en Corea del Sur hacia finales del presente mes”, recordó Granar.
El representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, afirmó que dependía de China si los aranceles adicionales del 100% sobre sus exportaciones entran en vigor el 1º de noviembre, pero reconoció que podría ser difícil para Pekín encontrar una salida.
Greer dijo a la CNBC que funcionarios estadounidenses y chinos se reunieron ayer en conversaciones informales en Washington y que creía que aún existía la posibilidad de resolver la disputa sobre las restricciones impuestas por China para el comercio de tierras raras. “Creemos que podremos resolverlo, pero, insisto, no podemos permitir que China mantenga este régimen; que quiera tener poder de veto sobre las cadenas de suministro de alta tecnología del mundo”, declaró.
“Creo que se dieron cuenta que se han excedido”, agregó. Ante tanta declaración altisonante que puede confundir sobre la génesis del conflicto, cabe recordar que la guerra comercial la desató la Casa Blanca con la imposición unilateral de aranceles al resto del mundo.
“En otro orden, la cosecha estadounidense de soja sigue adelante y con buen ritmo gracias al tiempo seco preminente en las últimas semanas sobre el Medio Oeste, que habría posibilitado cubrir algo más del 60% del área apta”, agregó Granar.