Crimen de Brenda Torres: los detenidos serán juzgados por femicidio
La medida la tomó el fiscal Horacio Vázquez tras evaluar nuevas pruebas y el contexto del hecho.
La investigación por el crimen de Brenda Torres dio un giro clave este jueves, cuando la Fiscalía resolvió recalificar la imputación contra los dos hombres detenidos por su asesinato. Tras evaluar nuevas pruebas y el contexto del hecho, la Justicia determinó que se trató de un femicidio, lo que agrava notablemente las consecuencias penales para los acusados.
El fiscal Horacio Vázquez, a cargo del caso, señaló que se verificó un escenario de violencia de género que rodeó a la joven de 21 años en los momentos previos y durante su muerte. “Una minuciosa merituación del material probatorio obrante en autos (…) determina la existencia de un contexto de violencia de género en el homicidio de la víctima Brenda Torres”, fundamentó el Ministerio Público.
La nueva calificación legal implica que la acusación deja de ser por homicidio simple y pasa a ser por femicidio, un delito que contempla la pena máxima en el Código Penal: prisión perpetua.
Brenda fue hallada brutalmente descuartizada a finales de julio en barrio Chateau Carreras, en la zona norte de Córdoba capital. Su torso y cabeza estaban enterrados en el patio de una vivienda, mientras que otras partes del cuerpo fueron encontradas en distintos sectores de la ciudad. El hallazgo fue posible gracias a la intervención de un dron periodístico, que captó imágenes de un pozo reciente en el jardín de la casa.
En el lugar fueron detenidos Cristian Aranda (38) y Gustavo Lencina (53), este último con experiencia como matarife. Los peritajes forenses revelaron que los cortes en el cuerpo tenían un nivel de precisión compatible con conocimientos profesionales en el uso de cuchillos. En la casa se secuestró una cuchilla que sería clave para el análisis de ADN y otras pericias.
La hipótesis principal de la causa indica que Brenda fue asesinada durante una reunión donde se consumían estupefacientes. Allí habría sido golpeada con violencia hasta morir, y luego su cuerpo fue mutilado para intentar ocultar el crimen. La familia de la joven sostiene que ella se encontraba en una situación de extrema vulnerabilidad, vinculada al consumo problemático y la marginación social, y exige que el hecho se investigue y juzgue como un femicidio.
