Tregua tensa entre Irán e Israel
El alto al fuego se sostiene mientras Trump se distancia del conflicto.

El alto el fuego entre Irán e Israel, acordado tras doce días de intensos combates, se mantiene por ahora, aunque bajo una tensión evidente. Mientras las armas han cesado su estruendo, las declaraciones cruzadas y la incertidumbre diplomática dibujan un escenario frágil, donde la paz parece aún lejos de consolidarse.
Desde Washington, el presidente estadounidense Donald Trump expresó su frustración con ambas naciones, criticando el prolongado enfrentamiento. “Han peleado tanto y con tanta intensidad durante tanto tiempo, que ya no saben lo que están haciendo”, afirmó con su habitual estilo directo.
Según fuentes de la Casa Blanca, Trump mantuvo una conversación privada con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la que dejó en claro que Estados Unidos no emprendería más acciones militares en la región y que era momento de “volver a la diplomacia”. “Ya hemos neutralizado cualquier amenaza inminente por parte de Irán”, habría dicho el mandatario, según un alto funcionario que pidió no ser identificado por tratarse de negociaciones sensibles.
La advertencia marca un punto de inflexión en la postura norteamericana, que hasta ahora había respaldado a Israel con ataques estratégicos sobre territorio iraní. Pero Trump, decidido a evitar una mayor implicación militar, parece ahora empujar a los contendientes hacia una salida negociada.
Pese a la presión internacional, Netanyahu no dio señales de retroceder. Más aún, declaró que Israel “ha llevado a la ruina” el programa nuclear iraní, una afirmación que podría tensar aún más la situación. Desde Teherán no hubo respuesta oficial, aunque medios estatales hablaron de “resistencia heroica” y minimizaron los daños sufridos.
Por ahora, la tregua se mantiene. Las ciudades recuperan su ritmo con cautela, los refugios se vacían y los mercados vuelven a abrir, pero el miedo persiste. En las calles de Tel Aviv, como en las de Teherán, la pregunta se repite: ¿cuánto durará la calma?
El equilibrio es precario. La diplomacia, una vez más, parece la única herramienta capaz de evitar que el conflicto regrese con mayor ferocidad. Y aunque el fuego se ha detenido, la guerra —como tantas veces en la historia de Medio Oriente— aún no ha terminado del todo.